La oración de los justos
“El Señor no soporta las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado la oración de los justos” (Proverbios 15:8).
¿Sabías que a Dios le agrada que hablemos con él? En otra versión de la Biblia, el versículo de hoy dice: “La oración de los rectos es su gozo” (RVR 95).
Ahora bien, ¿por qué a Dios le gusta que le informemos lo que nos ocurre si él lo sabe todo? Porque cuando lo hacemos demostramos confianza en él y dependencia de su voluntad. No hace falta que usemos muchas palabras (aun aquellas cuyo significado desconocemos) para que nuestra oración sea más larga y suene mejor. Jesús afirmó: “Al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios” (Mat. 6:7).
Entonces, siguiendo el consejo de Jesús podemos decir que la conversación fresca y natural con él hará crecer nuestra amistad con Jesús. ¡Qué maravilla! En cualquier lugar y a cualquier hora puedes experimentar la presencia de Dios mediante la conversación.
Asimismo, la oración es una manera de adorar a Dios porque implica no solo hablar, sino también escuchar lo que Dios tiene para decirnos. Ciertamente no es divertido juntarte con un amigo y que solo hable él mientras tú permaneces callado, ¿verdad? Escuchas la voz de Dios cuando lees su Palabra, o cuando atiendes los consejos de personas que te hablan de lo que Dios quiere para tu vida.
Por otro lado, algunos creen que, si oran mucho, hacen algún sacrificio o dan una ofrenda generosa están libres de obedecer a Dios, pues hacen “buenas acciones” y con ellas quieren justificar las malas. Pero esto no es así. El autor de Proverbios dice que “el Señor aborrece las ofrendas de los malvados, porque las ofrecen con malas intenciones” (Prov. 21:27).
Dios desea que te acerques a él cada día en oración, porque él “recibe con agrado la oración de los justos”. Habla con él ahora.