La obediente Shani
“Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. […] Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla” 1 Corintios 10:13.
El padre de Jolynn tenía un perro llamado Shani. Era un perro muy inteligente y bien educado que había sido entrenado para no pisar el césped que tenían en la entrada de casa. Una tarde, el padre de Jolynn, junto con sus dos hermanos y su hermana, decidieron comprobar si Shani rompería esa regla. Para ello, todos se pusieron en el césped y llamaron al perro.
Shani caminó muy despacio por los escalones que llevaban al césped. Aún más lentamente, extendió una pata… dio un paso. Con mucho cuidado estiró la segunda… dio el segundo paso. Temblando, puso otra pata para completar el tercer paso.
“¡Vamos Shani! ¡Vamos! ¡Tú puedes hacerlo!”, le gritaron los niños.
Shani empezó a temblar y a gemir. Los niños seguían llamándola y animándola para que diese el cuarto paso que la llevaría al césped. Sin embargo, por más que lo intentaron, no consiguieron que Shani diera el último paso. Estaba tan bien entrenada que nunca daría el último paso para romper la regla, incluso si eran sus pequeños dueños los que le estaban pidiendo que lo hiciera.
Las tentaciones siempre son difíciles. Pero es más difícil todavía cuando tus amigos son los que te ofrecen y te presionan para que caigas en la tentación. Debes ser un cristiano fuerte y valiente para defender lo que sabes que está bien. Pero Dios nos promete que, si le pedimos ayuda, él nos ayudará a vencer todas las tentaciones.
Joelle
