Tiempos de cambio
“Aun la cigüeña en el cielo sabe cuándo debe volver. La tórtola, la golondrina y la grulla saben cuándo deben ir a otro lugar. En cambio tú, pueblo mío, no conoces mis leyes” (Jeremías 8:7).
Este versículo habla de la triste condición del pueblo. El versículo 8 dice: “¿Cómo pueden ustedes decir que son sabios?”. Y sabios no eran, porque habían abandonado la Ley de Dios a propósito. Ahora desconocían los requisitos de Dios para sus vidas y para vivir con sensatez. Judá debería haberse dado cuenta de cuál sería el resultado espiritual de alejarse de Dios. Una persona sabia se alegra en tomar decisiones que honran a Dios.
El versículo hace una comparación entre el pueblo y algunas aves, que se conducen de forma más sabia que algunas personas porque reconocen cuándo es hora de cambiar su lugar de residencia. ¿Cómo demuestran sabiduría estas aves? En que incluso cuando las condiciones sean las ideales en el lugar donde están, si es el momento correcto, comienza la migración. Por lo general, las aves se desplazan del norte al sur, en donde pasan el invierno. De acuerdo con los estudiosos de las aves migratorias, estas muestran inquietud los días anteriores a la migración; su migración tiene un destino específico, saben adónde van; por lo general, se reúne un grupo numeroso para ayudarse durante el trayecto; y acumulan energía en forma de grasa para no tener que comer durante el viaje.
¡Qué interesante! Conocen los tiempos y actúan en consecuencia. Jesús reprendió a su audiencia porque era experta en interpretar el clima, pero no sabía reconocer el momento en que él desarrolló su ministerio.
Y tú, ¿sabes reconocer el tiempo en que vives? Estamos a punto de viajar a nuestro Hogar celestial. ¡Falta muy poco para la segunda venida de Jesús! Es hora de prepararnos mediante el estudio de la Biblia y la oración. Y si te sientes inquieto, que sea solo porque te estás preparando para el gran día.