Las bendiciones de la obediencia
“Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de Egipto para que no siguieran siendo esclavos de ellos; yo rompí el yugo que pesaba sobre ustedes, y los hice andar con la frente en alto” (Levítico 26:13).
En términos generales, la promesa de Dios para su pueblo era que si eran fieles, él proveería sus necesidades básicas. Primero, iban a tener trabajo. ¡Una enorme bendición! En Canaán sembrarían, cultivarían y cosecharían la tierra para obtener el alimento. La agricultura implica disciplina. El agricultor se levanta de madrugada, es perseverante por varios meses y al final obtiene el fruto de su esfuerzo. Dios proveería los rayos del sol y la lluvia para producir el milagro de la cosecha. Tendrían alimento en abundancia. Las alacenas siempre estarían llenas de comida. La promesa de Dios es actual.
Otra bendición sería vivir en paz y con seguridad. Antiguamente las principales ciudades estaban rodeadas de muros, para protegerse de cualquier enemigo. Otros confiaban en sus caballos y carruajes; y algunos adoraban a dioses e ídolos en busca de protección. Pero Dios le recuerda a su pueblo que ninguna mala bestia o espada los atacaría (vers. 6). Dios mismo sería su protector y en él podían confiar.
Finalmente, Israel tendría el privilegio de contar con la presencia de Dios en sus ciudades. El Dios todopoderoso se iba a manifestar en una tierna figura: caminando con ellos. Este es tu privilegio también: Dios a tu lado, conversando contigo, guiándote, ayudándote a decidir y protegiéndote. El resultado de la obediencia es caminar con la frente en alto, con seguridad, confianza y felicidad, porque reconocemos que somos hijos del Rey de reyes. Nuestra vida no depende del azar, sino de vivir en armonía con nuestro Salvador.
Así como para el agricultor hay alegría al momento de la cosecha, hay alegría en el Cielo y en nuestro corazón cuando por ser fieles a Dios, él puede cosechar en nosotros los frutos del Espíritu (Gál. 5:22, 23). ¿Recuerdas cuál es el fruto del Espíritu? Amor, gozo, paz, paciencia…
