¿Quién fue Elena de White?
“Sucederá que en los últimos días, dice Dios, […] los hijos e hijas de ustedes comunicarán mensajes proféticos, los jóvenes tendrán visiones, y los viejos tendrán sueños” (Hechos 2:17).
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- Una diaconisa.
- Una predicadora.
- Una mensajera de Dios.
¿Qué harías si Dios te diera un mensaje para compartir con otras personas? ¿Lo compartirías? ¿Qué medio utilizarías, Internet, la televisión, la radio…?
Elena nació el 26 de noviembre de 1827. Un día, mientras volvía de la escuela con su hermana Elizabeth, la golpearon en la cara con una piedra y tuvo que dejar de ir a la escuela. Pero Elena entregó su corazón a Jesús y se bautizó a los catorce años. Cuando fue más jovencita, Dios le mostró a Elena mensajes que debía transmitir a todos. La gente no siempre escuchaba a Elena y muchos dudaban de que sus mensajes procedieran de Dios. Pero ella, acompañada por su hermana y por un joven llamado Jaime White, continuó viajando y compartiendo lo que veía en sus visiones con todos los que querían escucharla. Elena se casó con Jaime y tuvieron cuatro niños. Como Elena y Jaime no podían viajar a todos los lugares del mundo, decidieron escribir y hacer muchos libros para que todo el mundo pudiera conocer los mensajes que Dios le mostraba a Elena; pues en su época no había Internet, ni radio, ni televisión… y mucho menos celulares.
¿Y sobre qué escribía Elena? Escribía sobre la Biblia y sus enseñanzas, pero de lo que más hablan sus libros es de la vida de Jesús, de cómo es Dios, y de cuánto nos ama y anhela salvarnos. Algunos de sus libros más conocidos son El camino a Cristo, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes. Elena escribió cincuenta mil páginas de libros y artículos, así como miles de cartas. Todo ello sin usar una computadora; escribía cada palabra, cada página, utilizando una pluma o un lápiz.
Elena, junto a Jaime White y a un viejo capitán de barco llamado José Bates, fundaron la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
¿Crees que Elena cumplió la misión que Dios le había dado? Explica tu respuesta en tu Diario de Oración.
