El enojo bien orientado
“La prudencia consiste en refrenar el enojo, y la honra, en pasar por alto la ofensa” (Proverbios 19:11).
Las emociones no son malas en sí mismas. Si estás viendo un partido de fútbol entre dos equipos que no son de tu país, tal vez el juego te resultará aburrido. En cambio, si ves un partido en el que juega la selección de tu país, estarás emocionado y con ganas de que salgan vencedores. Al final del partido, si tu equipo ganó, podrías estallar con alaridos; pero si perdió, podrías expresarte con enojo y frustración.
El enojo es una emoción negativa cuando se sale de control. Aprender a dominar tus emociones te permite pensar claramente, de manera que puedas expresarte tranquilamente a pesar de no estar conforme con alguna situación. Lo interesante es que muchas personas se enojan por asuntos sin importancia, por ejemplo: por el ruido que produce un compañero cuando mastica un chicle, porque las personas caminan muy lento, o por el tipo de música que se escucha en casa.
El apóstol Pablo nos dice lo que tenemos que hacer cuando aparece esta emoción: “Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día” (Efe. 4:26). Entonces, ¿sentir enojo no es pecado? En realidad no, pero permanecer enojado todo el día e incluso irte a dormir con esa emoción sí lo es, pues puede conducirte a realizar acciones que no provienen de Dios.
Ahora bien, ¿qué tal si te enojas porque la gente tira basura en la calle, maltrata a los animales o se burla de un compañero? Esas son buenas oportunidades para que ese enojo te impulse a realizar acciones que mejoren las cosas, como por ejemplo: limpiar el frente de las casas con tus amigos, adoptar a los animales maltratados o darlos en adopción, incluir a ese compañero que recibe burlas en algún juego con otros compañeros… Ciertamente un enojo bien orientado no tiene ni una pizca de egoísmo; al contrario, se convertirá en bendición para ti y tu entorno.
Pídele a Dios que la próxima vez que sientas enojo te ayude a superarlo y te impulse a realizar una buena acción.