
La serpiente mentirosa
Después, el Señor Dios plantó un huerto en Edén, en el oriente, y allí puso al hombre que había formado. Génesis 2:8.
Allá en el jardín del Edén, la serpiente observaba a Eva mientras ella caminaba. Ni bien vio que la joven se acercaba al árbol prohibido, comenzó a contarle mentiras. Dios creó a los seres humanos con mucho amor.
Usó su palabra para crear a los animales y a las plantas, pero usó sus propias manos para crear a las personas. ¡Y la serpiente engañó a Eva, hablando en contra del amor del Creador!
¿Conoces esa historia? Está en Génesis, el primer libro de la Biblia, y está justo después del relato de la creación de la naturaleza y de todos los seres vivos.
Sabemos muy bien lo que sucedió en el mundo después de ese engaño. Dios creó a los seres humanos para la eternidad, para una vida de felicidad completa, no para mentiras y tristeza.
Incluso cuando sentimos miedo o preocupación, debemos contar la verdad. Los engaños no son obra de Dios. Nunca podemos olvidarnos de cuán grande es el amor del Creador para con la humanidad. Él nos hizo con sus manos cariñosas y creó un jardín maravilloso para que vivamos. Él nos cuida hoy y está en el cielo preparando cada detalle para que vivamos para siempre con él. No nos dejemos engañar con mentiras, porque Dios es el verdadero amor.
Mi oración: Querido Creador y Padre, te agradezco porque tu amor por mí es la verdad más hermosa del universo.
¿Le dijiste una mentira a alguien de tu familia? Pídele perdón a Dios, y también a esa persona.
Engaño: Acto equivocado, ilusión o trampa. Como el oro falso, creemos que es de verdad, pero no es nada.