¿Quién es Josué?
“Después llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: ‘Ten valor y firmeza, porque tú tienes que llevar esta gente al país que el Señor juró a los antepasados de ustedes que les daría, y tú serás quien los haga tomar posesión’ ” (Deuteronomio 31:7).
Josué era el hijo primogénito de Nun (1 Crón. 7:27). Su nombre original era Oseas (Núm. 13:8), pero Moisés le cambió el nombre a Josué. Oseas significa “salvación”; Josué significa “Jehová es salvación”. Nació en Egipto como esclavo. Josué era un estratega militar, y era la persona indicada para liderar al pueblo en la conquista.
Inmediatamente después de salir de Egipto, la Biblia menciona a Josué como el hombre de confianza de Moisés. Su primera tarea fue dirigir un improvisado ejército para combatir a los amalecitas. Su estrategia funcionó… Y aunque obtuvo la victoria, reconoció que ese logro dependió de que Moisés tuviera sus manos alzadas al cielo; por lo tanto, aprendió la primera lección: si quería ganar las batallas tenía que depender siempre de Dios.
Más tarde, cuando Moisés subió a la cumbre del Monte Sinaí para recibir las instrucciones de Dios, Josué lo acompañó hasta un poco antes del encuentro de Dios con Moisés; y con paciencia esperó ahí cuarenta días (Éxo. 24:13). La Biblia lo define como un personaje cercano al Tabernáculo, y eso muestra que le interesaba todo lo espiritual: “Dios hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo, y después Moisés regresaba al campamento. Pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, nunca se apartaba del interior de la tienda” (Éxo. 33:11).
Josué tuvo una gran oportunidad para demostrar su fe en Dios cuando fue enviado como espía en la tierra por conquistar. Mientras que diez espías volvieron con un informe pesimista, Caleb y Josué se destacaron por su fe en Dios; no les prestaron atención a los gigantes ni a las ciudades amuralladas, pusieron su vista en Dios a pesar de los desafíos.
Cuando Josué tomó el lugar de Moisés tenía unos 85 años. Su vida se caracterizó por su fidelidad y confianza en Dios.