El escarabajo tenebriónido
“El que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed” Juan 4:14.
Muy, muy lejos, en el desierto de Namibia, en el sur de África, vive el que puede ser el insecto más rápido del mundo: el escarabajo tenebriónido. Pero lo que hace especial a este duro escarabajo negro no es su velocidad.
Como todo ser vivo, el tenebriónido necesita agua, pero ese desierto es muy, muy seco. Solo llueve unos cinco centímetros cúbicos al año. Sin embargo, por la mañana temprano, una niebla se extiende por las dunas de arena, y Jesús le dio a este insecto negro de patas largas una forma especial de asegurarse de obtener suficiente agua con esa niebla.
Cuando llega la niebla, el tenebriónido se escabulle hasta la cima de una duna y se levanta sobre su cabeza. Parte del agua de la niebla se acumula en su espalda y rueda hasta su pequeña boca de insecto. No es mucha, pero le es suficiente.
Los seres vivos necesitan agua; y el escarabajo tenebriónido no es diferente de los seres humanos, que también necesitamos agua para vivir. Podemos obtenerla de nuestros alimentos y bebiéndola, pero también necesitamos otro tipo de agua. En la Biblia, Jesús se comparó a sí mismo con el agua. Dijo que quien “beba” de él quedará saciado. Él nos ayudará a conocer la verdadera alegría y la paz. Así que ¡bebe cada día de la Biblia!
Vicki