Un buen amigo
“Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano” (Proverbios 17:17).
H. K. Downie cuenta sobre una oferta que publicó en el periódico. Se trataba de una pregunta: a la persona que diera la mejor respuesta la premiarían con dinero. La pregunta era la siguiente: “¿Cuál es el camino más corto para llegar a Londres?”. Pronto empezaron a llegar las respuestas, pero todas fueron descartadas. Hasta que llegó el momento de recompensar al ganador. La respuesta acertada decía así: “El camino más corto para llegar a Londres es tener una buena compañía”. Verdaderamente, viajar en compañía de un amigo que aprecias te hace sentir que el trayecto es corto y placentero.
Pero no solo es importante tener buenos amigos, sino también serlo. ¿Eres realmente un buen amigo? El libro de Proverbios nos enseña cómo puedes ser un buen amigo. Para eso, debes ayudar a tus amigos a navegar en las dificultades de la vida (como un hermano) y disfrutar las alegrías. Charles Bridges dijo: “Hay muchas cosas que son mejores nuevas, pero no respecto a la amistad. Un amigo es mejor cuando es antiguo y ha sido probado”. ¿Te gustaría tener una amistad así?
Otra cosa que debes tener en cuenta es distanciarte de la mala influencia. En cambio, debes fomentar las amistades que te ayuden a ser una mejor persona: “Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder” (13:20).
Como hijo de Dios, lo primordial será tener a Jesucristo como tu modelo de amistad, pues en él se encuentran las mejores cualidades y estas alcanzan su máxima expresión; en consecuencia, buscarás amigos que sigan y reflejen en cierto grado la paz, el amor, la cordura y la transparencia de Jesús.