Las habilidades del armadillo
“Los hombres juzgan por la apariencia exterior, pero yo miro el corazón” 1 Samuel 16:7, NBV.
Me encanta nadar y me encanta competir. Estas son características ideales para formar parte de un equipo de natación. De los 6 a los 10 años nadé todos los veranos en un equipo local. Nos gustaba competir entre nosotros y también con otros equipos, pero también encontrábamos otras cosas en las que competir. Una de nuestras favoritas era ver quién aguantaba más la respiración. Siempre había alguien dispuesto a ser el cronometrador. Respirábamos lo más hondo que podíamos y nos sumergíamos. Cualquiera que aguantara la respiración cerca de un minuto o más era considerado un campeón (pero ten cuidado al hacer esto; puede ser peligroso aguantar demasiado tiempo la respiración).
Así que me sorprendió descubrir que el armadillo, ese gracioso animalito cubierto de armadura, puede aguantar la respiración durante varios minutos. Esto evita que se ahogue con la tierra y el polvo que levanta al cavar, y también es una habilidad útil cuando va a nadar. Porque, lo creas o no, a pesar de toda esa pesada armadura, los armadillos son grandes nadadores.
Descubrí otras dos cosas sorprendentes sobre los armadillos. En primer lugar, cuando se sobresaltan pueden saltar más de un metro en el aire. Y segundo, los armadillos hembra tienen cuatro crías idénticas que nacen con la armadura puesta.
Si ves un armadillo caminando por la carretera, quizá solo te fijes en su armadura; pero tenemos que mirar más allá de la imagen exterior para conocerlo de verdad. Jesús quiere que hagamos lo mismo con las personas: que no nos limitemos a admirar el exterior, sino que apreciemos sus talentos y habilidades.
Joelle