El mentiroso que no era médico
«No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno». Romanos 12:9.
Leí en el diano la noticia de un hombre que fue preso porque fingió ser médico. Fue un peligro para los pacientes que fueron atendidos por el «falso médico», porque prescribió remedios y tratamientos sin tener el conocimiento necesario.
Ese tipo de mentira es muy grave y por eso fue encarcelado. La Biblia comparte los mandamientos de Dios para nuestra vida. Uno de ellos es «No mentirás». Mentir es contar una información o una historia falsa, que no es cierta. A veces se comienza a mentir exagerando lo que se dice. Muchas veces, mentir se transforma en un hábito. La persona mentirosa no tiene la confianza de los demás.
Y claro, ¿cómo podemos confiar en alguien que habla falsedades, que inventa cosas? Ciertamente, esas personas engañadas por el falso médico no creerían nuevamente en su misma historia. Jesús nos enseña a ser verdaderos. Él odia la mentira y quiere que nos alejemos de ese tipo de comportamiento.
MI ORACIÓN: SEÑOR, AYÚDAME A SER UN NIÑO SINCERO, HONESTO Y AMABLE
