¿Quieres saber más de aves?
“Todos los animales del campo me pertenecen” Salmo 50:11, NTV.
Dependiendo de dónde vivas, es posible que hayas visto alguna de las aves de las que vamos a hablar hoy. ¡Sigamos aprendiendo de las aves!
- Las garcetas, las garzas, la mayoría de los patos y otras aves acuáticas tienen unas plumas especiales llamadas plumón bajo las plumas exteriores y, a diferencia de otras plumas, el plumón nunca deja de crecer. El polvo del plumón ayuda a mantener las otras plumas en buen estado.
- Puede que el pingüino papúa no sea capaz de volar por el aire, ¡pero seguro que “vuela” por el agua! Jesús creó su cuerpo con la forma perfecta para nadar, y gracias a que sus alas funcionan como remos, este pingüino puede nadar hasta 25 kilómetros por hora, unas tres veces más rápido que los seres humanos.
- Algunos tipos de arrendajos dejan que las hormigas pululen por sus plumas. Las hormigas dejan un ácido venenoso en sus plumas que ayuda a matar otras plagas que viven en las plumas o en la piel del pájaro.
- A veces, se ve a un pájaro darse un baño de polvo. Baten las alas y rebozan sus plumas hasta que se cubren de polvo. Este polvo limpia las plumas y elimina los restos de suciedad más grandes.
- Los picos de los pinzones están hechos especialmente para abrir semillas y frutos secos. Lo hacen tan bien que sus picos ejercen más presión que una mano humana.
- Aves como los pájaros carpinteros utilizan sus afilados picos para cincelar la madera en busca de alimento, y luego utilizan sus largas y afiladas lenguas para atravesar a sus presas.
Después de leer el devocional de hoy, haz una lista de los distintos tipos de pájaros que ves en tu casa o en tu ciudad. (Si pones semillas o comida cerca, verás aún más). Dale las gracias a Jesús por crearlos.
Vicki