¿Por qué me peleo con mis hermanos?
“El que es impulsivo provoca peleas; el que es paciente las apacigua” (Proverbios 15:18).
Marca la respuesta correcta
- Porque soy muy impulsivo.
- Porque soy impaciente.
- Las dos respuestas anteriores son correctas.
¿Tienes hermanos o hermanas? ¿Te peleas con ellos?
Si tú no te has peleado nunca con tu hermano o tu hermana, déjame que te felicite. Porque la mayoría de los hermanos suelen pelearse, sobre todo cuando son pequeños. Normalmente, nos peleamos más con los que tenemos más cerca y con los que pasamos más tiempo.
Cuando somos pequeños nos cuesta expresar nuestro enojo y muchos niños no saben resolver los conflictos de otra manera que no sea golpeando, gritando o llorando. Pero, conforme te hagas mayor, te darás cuenta de que es importante dejar que el enojo no te domine, sino que tú domines el enojo y trates de llegar a un acuerdo con tu hermano, tu hermana o con un amigo.
Intenta ver el conflicto con calma y cuenta hasta diez o hasta cien si hace falta antes de contestar o reaccionar. Seguro que tu hermano se queda sorprendido y ambos se dan cuenta de que no era un problema ni tan importante, ni tan difícil de resolver.
A Jesús le gusta que estemos en paz los unos con los otros, pues eso hará que seamos más felices.
El sabio Salomón escribió el proverbio del versículo de hoy. Léelo y responde a estas preguntas: ¿Eres impulsivo o paciente? ¿Qué quieres hacer tú, provocar peleas o apaciguarlas? ¿Qué crees que es mejor?
Pídele hoy a Jesús en tu Diario de Oración que te dé paciencia y amor para tratar con tu hermano, tu hermana o, si no tienes hermanos, con tus amigos.