Matutina para Mujeres | Domingo 14 de diciembre de 2025 | ¿Jesús diría eso de ti?

Matutina para Mujeres | Domingo 14 de diciembre de 2025 | ¿Jesús diría eso de ti?

Matutina para Mujeres

«Mientras ellos se acercaban, Jesús dijo: ‘Aquí viene un verdadero hijo de Israel, un hombre totalmente íntegro’ » (Juan 1:47).

«¿De dónde dices que es? ¿De Nazaret? No, en realidad no creo que de ahí pueda salir algo bueno». La respuesta de Natanael no carecía de fundamento. Él sabía exactamente la clase de personas que eran los habitantes de ese lugar pues era originario de Caná, una ciudad muy cercana a Nazaret. Para la gente de la época, Nazaret era un pueblo irrelevante y despreciado; la maldad de los habitantes era proverbial y muy conocida por sus vecinos. Este pequeño relato del encuentro entre Natanael y Jesús nos deja dos grandes lecciones. Analicemos, en primer lugar, al discípulo.

El corazón de Natanael era sobremanera sincero. No estaba dispuesto a ser engañado y tampoco tenía la intención de fingir creer en algo de lo cual no estaba convencido, y esa búsqueda por la verdad fue recompensada por Jesús. Cuando Felipe le dice: «Ven y ve», Natanael reacciona y actúa porque sabe que un encuentro cara a cara es la única forma en la que él puede llegar al conocimiento de la verdad.

Muchos hoy día no logran encontrar la paz que Dios da, porque prefieren quedarse bajo la cómoda sombra de su higuera de los prejuicios, la higuera de ideas erróneas aprendidas en el pasado o quizás la higuera de la indiferencia y la autosuficiencia. Levantarnos e ir a ver, son dos acciones que todo ser humano debiera hacer para comprobar la veracidad del mensaje bíblico.

Veamos ahora la lección de Jesús. Al Maestro no le habían contado lo que Natanael dijo sobre su persona porque él, que lo sabe todo, había escuchado las palabras del hombre bajo la higuera. Sin embargo, cuando lo ve venir dice acerca de Natanael: «Aquí viene un verdadero hijo de Israel, un hombre totalmente íntegro».

¿Por qué Jesús elogió a quien se había expresado mal de él? Porque solo él conoce las intenciones del corazón. Jesús no necesitaba aduladores ni hipócritas en su equipo sino hombres sinceros y dispuestos a aprender.

¿Qué dice Jesús de ti cuando vas a su encuentro cada mañana? Procuremos cultivar un corazón sincero cada día que, en medio de sus defectos, busque siempre la verdad y practique la justicia, de manera que, cuando

te vea llegar, diga: «Aquí viene mi hija, una sincera cristiana, totalmente íntegra».

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