Matutina para Mujeres | Domingo 14 de septiembre de 2025 | La fe del grano de mostaza

Matutina para Mujeres | Domingo 14 de septiembre de 2025 | La fe del grano de mostaza

Matutina para Mujeres

» ‘Ustedes no tienen la fe suficiente’, les dijo Jesús. ‘Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: «Muévete de aquí hasta allá», y la montaña se movería.

Nada sería imposible’ » (Mateo 17:20).

El popular condimento de mostaza, utilizado frecuentemente en la comida rápida, proviene de la semilla de una planta homónima. Increíblemente, los arqueólogos han descubierto que esta planta fue cultivada desde tiempos muy antiguos, pues se han encontrado semillas de mostaza en sitios arqueológicos datados cerca del

1850 a. C. Incluso en el tiempo de Jesús, los romanos solían condimentar algunos alimentos utilizando la mostaza.

Como la gente conocía esta planta y sus pequeñas semillas, Jesús la utilizó en una de sus parábolas como analogía del Reino de los Cielos. Hizo hincapié en que, aunque es la una de las semillas más pequeñas, se convierte en un árbol grande y frondoso en el que las aves hacen sus nidos (Mateo 13:31-32).

Nótese que Jesús no solo hace referencia al pequeño tamaño de la semilla de mostaza, sino también al gran tamaño que puede alcanzar. Aunque su comienzo es muy pequeño, el resultado final es grande y visible. Es verdad, una fe pequeña en Dios alcanza para mover montañas, es decir, no mover montes literales sino las montañas de pruebas que nos enfrentamos día a día. Pero Dios busca que nuestra fe crezca, que aunque tenga un comienzo humilde como el de un minúsculo grano de mostaza, crezca hasta ser un frondoso árbol. Que al superar las pruebas cotidianas de la mano de Dios, nuestra fe en él crezca cada día más.

En cierta ocasión, un padre desesperado vino a Jesús pidiendo ayuda para su hijo: «Lo llevé a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo» (Mateo 17:16). Cuando los discípulos le preguntaron a su Maestro por qué ellos no habían podido realizar aquel milagro, él responde contundentemente: «Ustedes no tienen la fe suficiente». Y continuó afirmado que, si tuvieran una fe tan grande como el minúsculo grano de mostaza, podrían mover montes (vers. 20).

La reprensión que Jesús expresó a sus discípulos mostraba que su fe no había crecido. Pasaban tiempo con Jesús, pero sus rivalidades y egoísmo les entregarse más plenamente a Dios y, así, permitir que su fe crezca. Por ese motivo, habían sido incapaces de sanar al muchacho poseído.

Dios nos llama a dejar de lado nuestras falencias espirituales y a enfrentar día a día las montañas de dificultades, siempre aferradas de la mano del Señor. Así nuestra fe crecerá igual que la pequeña semilla de mostaza se convierte en un gran árbol.

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