No tendré miedo
Así podremos decir con seguridad: “El Señor es mi ayuda; no tendré miedo. ¿Qué daño puede hacerme un simple mortal?” Hebreos 13:6, PDT.
El capítulo 13 de Hebreos es una lista de sugerencias para vivir una vida cristiana de éxito: ámense unos a otros; practiquen la hospitalidad; acuérdense de los presos y de los que sufren; manténganse fieles a la unión conyugal, fieles de toda impureza; no se apeguen al dinero, estén contentos con lo que tienen; respeten y obedezcan a sus dirigentes; no se desvíen tras falsas enseñanzas; hagan siempre el bien, etc. En medio de estos consejos está la promesa: “No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Heb. 13:5, 6).
La promesa: “No te dejará, no te desamparará”, fue dada a Jacob (Gén. 28:15), a Israel (Deut. 31:8), a Josué (Jos. 1:5) y a Salomón (1 Crón. 28:20). Es una herencia que llega hasta ti. Dios no desistirá de su presencia ni de su ayuda. La declaración, “no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Heb. 13:6), fue tomada del Salmo 118:6: “Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. Está parafraseada en Romanos 8:31: “¿Qué pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”. El poder humano, por grande que sea, siempre será limitado; por fuerte que sea, no puede ser comparado con el omnipotente Dios.
Dios usa lo que hagan contra ti para tu beneficio. Cuando alguien quiere hacerte daño, Dios sabe, Dios oye y Dios ve. Si no cambia la circunstancia a tu favor, es porque usará esa circunstancia para cambiarte, para que desarrolles la santidad, una cualidad indispensable para ir al cielo. Enfrenta cada prueba con esa visión:
Encontrarán muchas pruebas, pero si las soportan pacientemente, los refinarán y purificarán, ennoblecerán y elevarán espiritualmente. […] Están por sobrevenir dificultades muy grandes al mundo, y los instrumentos de Satanás están agitando intensamente los poderes infernales para que produzcan sufrimiento, desastre y ruina. Su obra consiste en acarrear toda la desdicha posible sobre los seres humanos. La tierra es el escenario de su acción, pero es mantenido bajo control. No puede ir más lejos de lo que el Señor le permite.
¡Oh, cuán bondadoso es nuestro Señor! “No te desampararé, ni te dejaré” (Heb. 13:5). “He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida” (Isa. 49:16). “No os dejaré huérfanos” (Juan 14:18)” (AFC, pp. 282, 283).
A veces tenemos pruebas que el señor las permite para que nos santifiquemos y nos acerquemos a el.
Que nuestro padre nos bendiga y cuide a todos.