Matutina para Mujeres | Domingo 19 de Enero de 2025 | Guerra cibernética

Matutina para Mujeres | Domingo 19 de Enero de 2025 | Guerra cibernética

Guerra cibernética

“Al que le gusta pelear, le gusta pecar” (Proverbios 17:19).

En la actualidad no necesitamos de armas blancas, ni de fuego, ni de ninguna otra clase para comenzar una guerra; es más, ni siquiera tenemos que estar presentes físicamente para participar de ella. Basta con tener un teclado, una pantalla y estar conectados a internet para iniciar una guerra de escritos, ¡y vaya que he visto muchas!

Las personas se ofenden con palabras humillantes, hirientes y hasta letales en una guerra cibernética. Todo comienza con la publicación de una frase con referencia política, deportiva o religiosa y termina con enemigos fanáticos que no son capaces de aceptar que las otras personas tienen sus propios problemas, sus propias ideas y sus puntos de vista.

Tristemente, he visto cristianos tratando de defender su creencia, su religión y a su Dios, pero olvidan que Dios no necesita abogados. Cuando una persona comienza a exponer sus argumentos con tal de hacer entrar en razón a la otra persona, todo resulta en el inicio de una guerra sin sentido. Cada vez se añaden más participantes en ambos bandos con opiniones carentes de cualidades de un verdadero cristiano. Muchas veces, el silencio en redes es mejor que expresar tu acertada opinión.

En el sermón del monte, Jesús dio una bendición para un grupo especial: los “pacificadores”, ellos serán llamados hijos de Dios. Mucho tardaron los discípulos en entender el significado de “pacificadores”, pues cuando los samaritanos no los recibieron, sugirieron a Jesús hacer descender fuego del cielo para que los consumiera. Menos mal que Jesús pensó de otra manera.

Un pacificador es aquel que concilia una situación; por el contrario, un beligerante es aquel que siempre contribuye para iniciar una guerra. ¿A qué grupo perteneces? Las redes sociales han invadido los hogares del planeta, eso no lo podemos evitar ni revertir, pero lo que sí podemos hacer, como hijas de Dios, es ser portadoras de paz y esperanza.

¿Qué publicas en tus redes? ¿Qué manifiestan tus fotografías? ¿Dan evidencia tus escritos de que eres una princesa del Señor? ¿Cómo respondes ante una agresión cuando alguien no está de acuerdo con tus ideas escritas? Si alguien va a iniciar una guerra, no seas tú. Si alguien quiere pelear, no seas tú, porque a quien le gusta pelear, le gusta pecar. Recuerda que somos cartas leídas, abiertas para el mundo, de las cuales muchos podrían obtener valiosas y esperanzadoras lecciones de vida. Decide hoy ser una pacificadora hija de Dios incluso en las redes sociales.

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