
«Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya» (Marcos 11:24).
Últimamente se ha puesto de moda el tener accesorios personalizados. Si quieres tener tu nombre en una taza, una botella de agua, una camisa, una lona decorativa o cualquier otra cosa, solo hace falta enviar el diseño a los fabricantes y tendrás tus objetos personalizados. ¿Habías pensado que los pasajes de la Biblia pueden también ser personalizados para ti?
El capitán de un barco enfermó de gravedad en alta mar y el médico indicó que, si no lo internaban, moriría en 24 horas. El puerto más cercano estaba a tres días de navegación por lo que no lograrían llegar. El capitán llamó a su ayudante principal y le pidió que le leyera la Biblia y orara por él para que pudiera morir en paz. El ayudante, sorprendido, le dijo que no tenía Biblia y que no sabía orar. Llamaron entonces al timonel para el mismo pedido, pero este dio la misma respuesta. De pronto, alguien recordó que el grumete (ayudante en el barco, que está aprendiendo el oficio de marinero) leía una Biblia en la cubierta, su nombre era Guillermo. El capitán ordenó que lo trajeran y Guillermo entró al camarote del capitán.
El grumete comenzó a leer Isaías 53:4, 5. Cuando se detuvo, el capitán suspiró: «Eso es lo que necesitaba». Al ver Guillermo que la lectura había alentado a su capitán, le dijo:
—¿Me permitiría leerla como me enseñó mi madre?
—Sí muchacho, adelante —musitó el moribundo.
Entonces, el muchacho cambió los pronombres por su nombre:
—Ciertamente llevó él las enfermedades de Guillermo, y sufrió los dolores de Guillermo; y Guillermo le tuvo por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por las rebeliones de Guillermo, molido por los pecados de Guillermo, el castigo de Guillermo fue sobre él, y por su llaga, Guillermo fue sanado.
Con dificultad el capitán se incorporó y pidió al joven que volviera a leer, pero poniendo, esta vez, su nombre. Aquel día el capitán murió, pero lo hizo en los tiernos brazos de Jesús, tras haber creído en el mensaje personalizado de esperanza.
Querida amiga, existen cientos de versículos que puedes personalizar y, sin duda, serán de aliento para tu alma. Te dejo un ejemplo: «Pero Sayli, que confía en el Señor recobra las fuerzas y levanta el vuelo, como las águilas; corre, y no se cansa; camina, y no se fatiga» (Isaías 40:31). Maravillosas noticias, ¿verdad?

