Capacidad de redención
“El sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que hemos olvidado o, al menos, descuidado”. Martin Luther King
En los años noventa, en Estados Unidos, más de trescientas iglesias afroamericanas fueron incendiadas a manos de grupos racistas. Una de ellas, en el norte del país, era liderada por un pastor afroamericano que había crecido en el sur durante la segregación racial. Se había trasladado al norte para huir del dolor de la vida en un lugar donde el racismo lo permeaba todo.
En su nueva iglesia del norte, el pastor había trabajado duro y contaba con una congregación de afroamericanos. Un día, su iglesia fue también incendiada a manos de racistas. Él sintió tanta ira pensando que nada había merecido la pena, que decidió abandonar el ministerio. Todos sus esfuerzos se habían vuelto cenizas; todo estaba destruido excepto una cosa: el púlpito, que había quedado intacto.
En los días siguientes, los miembros de iglesia lo animaron y recogieron 20.000 dólares para que comenzara la reconstrucción del edificio. Él, sin embargo, continuaba dudando de su llamado. Pero cada vez que veía el púlpito intacto se animaba a regresar al ministerio y empezar de cero. Así lo hizo: retomó el pastorado, perdonó a los agresores, alquiló una tienda de campaña y, tras el mismo púlpito, volvió a predicar. Su historia salió en las noticias y, desde todos los puntos del país, comenzó a llegarle dinero. Pronto tuvo más de 100.000 dólares. Muchas personas de raza blanca que habían ido a escucharlo predicar decidieron hacerse miembros de su congregación, la cual, en el año 2006, llegaría a tener amplia representación afroamericana, blanca e hispana, y se reunía en un edificio libre de deudas.93 Nada de eso hubiera sido concebible antes del incendio; ni hubiera sido posible sin la nueva voz que este hombre encontró tras el dolor.
¿Será que el enemigo lo ha destruido todo en tu vida y solo te queda tu voz? Entonces, ¿qué estás haciendo con ella? Tu voz es ahora un instrumento más poderoso que antes, pues haber sufrido sin perder la fe y la esperanza crea en ti un carácter más semejante al de Cristo. Esa es tu plataforma. Úsala. No olvides ni descuides la capacidad de redención que tiene el sufrimiento.
Pablo escribió: “El sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza” (Rom. 5:3, 4, NVI). Esa esperanza cambia tu vida y las de quienes entran en contacto contigo. No lo olvides, y mucho menos, lo descuides.
“Sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza” (Rom. 5:3, 4, NVI).
93 William L. Ford III, Created for Influence (Minneapolis: Chosen, 2014), pp. 252, 253.