Matutina para Mujeres | Lunes 23 de junio de 2025 | Premio para la viuda

Matutina para Mujeres | Lunes 23 de junio de 2025 | Premio para la viuda

Escuchar esta entrada:

Matutina para Mujeres

«Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas viniste a refugiarte, te recompense abundantemente por lo que hiciste» (Rut 2:12).

El interés común en torno a la vida de Rut, gira alrededor de su salida de Moab y la fidelidad hacia su suegra, resaltando así su final glorioso, pero minimizando el principio. Hoy, en el Día internacional de las viudas, haremos hincapié en el comienzo de la historia con dos datos obtenidos del capítulo 1 del libro de Rut.

1. No tenía hijos. Algunas corrientes de pensamiento moderno están logrando que cada vez sean más los matrimonios que no tienen hijos por decisión propia. Eso es respetable, pero no ocurría en el pasado. La ilusión de cada jovencita era ser la digna procreadora de la descendencia de su marido. Para continuar con el linaje de Elimelec, ya fallecido, Rut y su concuñada debían quedar embarazadas. El tiempo pasaba y la concepción no se daba. Aunque no sabemos el motivo, concluimos que, tras diez años de matrimonio, algún problema había. Sin duda, también le hicieron la misma pregunta que te han hecho, si te has identificado con Rut: «¿Para cuándo piensas tener hijos?»

2. Queda viuda. Por si fuera poco que su anhelo de ser madre no se realizara, el esposo fallece. No creo que la pérdida del cónyuge en la antigüedad fuera menos dolorosa que en la actualidad. Por el contrario, pienso que no me equivoco si imagino a Rut derramando lágrimas amargas por la pérdida de su compañero. Ahora, ante la sociedad, ella pasaba a ser una viuda y sin hijos. Si has sufrido la

pérdida de tu esposo, ya sea por muerte u otros motivos, sabrás cuán doloroso resulta transitar esta parte de la vida.

Matías y Romina, eran dos jóvenes que continuamente estaban al servicio del Señor. Tras formalizar su amistad sentimental dieron el paso que los condujo hacia el altar donde prometiendo lealtad, unieron sus vidas en el sagrado estado del matrimonio. Poco tiempo después, un bebé iluminó el hogar y los llenó de más sueños y aspiraciones. Pero al año siguiente, un cáncer terminó con la vida de del joven esposo. No es necesario describir cómo esa joven viuda ha tenido que soportar tanto dolor.

Si has tenido que pasar por momentos similares a los de Rut, ten paciencia. La buena noticia es que las palabras que Booz le dijo son las mismas que el Señor te dice hoy: «Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas viniste a refugiarte, te recompense abundantemente por lo que hiciste».

Deja una respuesta