Problemas internos
Y dije: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio de las naciones enemigas nuestras? Nehemías 5:9.
Nehemías sufrió una gran oposición exterior. La lucha era tan intensa que los trabajadores solo se quitaban la ropa para bañarse (Neh. 4:23). También enfrentó oposición interna. Mientras unos construían la muralla y no tenían tiempo para atender sus propias necesidades, otros se dedicaron a enriquecerse a costa de aquellos. Los ataques por lo general vienen desde afuera, pero a veces las personas que están cerca de ti te causan aflicción y sufrimiento. Esta oposición interna no es nada nuevo. Cuando el enemigo no pudo destruir la iglesia por medio de la persecución, se unió a ella para traer desánimo, división y enemistad. Las luchas más dolorosas son las internas, ya sea en la iglesia o la familia. Cuanto más cercanos sean los atacantes, más se sufre; las heridas más dolorosas son las que nos infligen las personas más cercanas a nuestro corazón.
Algunos israelitas, gobernadores y sacerdotes estaban sacando ventaja del pueblo. La armonía se rompió, se llenaron de descontento, confusión y división. Los constructores de la muralla no tenían tiempo para atender sus propias cosechas, y tuvieron que pedir semilla prestada a usureros que les cargaban intereses impagables; empeñaban sus posesiones para comprar comida, y hasta daban a sus hijos como esclavos como parte del pago de la deuda, aunque era prohibido en Israel (Éxo. 22:25). ¿Has sufrido injusticias? “El cielo está muy cerca de los que sufren por causa de la justicia. Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo fiel; sufre en la persona de sus santos; y cualquiera que toque a sus escogidos lo toca a él” (PR, p. 400).
Nehemías supo del abuso y se llenó de indignación. Llamó a los opresores para exigirles que abandonaran la usura y estos prometieron parar el abuso. Nehemías convocó una asamblea general, les hizo jurar su promesa frente a los sacerdotes, y firmar un acuerdo (Neh. 5:8-12). Luego se sacudió su uniforme gubernamental, y los conjuró por Dios que, si se apartaban de lo acordado, Dios se sacudiría de ellos.
¿Qué actitud asumes cuando ves injusticias en tu familia o tu iglesia? ¿Guardas silencio? Se necesitan Nehemías modernos que no toleren la hipocresía ni deshonren la iglesia, que no transijan con las injusticias, que no se acobarden, que se mantengan de parte de la justicia, aunque se desplomen los cielos. Haz lo justo y glorifica a Dios.
