Matutina para Mujeres | Lunes 5 de mayo de 2025 | Fe, aun con los ojos cubiertos

Matutina para Mujeres | Lunes 5 de mayo de 2025 | Fe, aun con los ojos cubiertos

Escucha la versión en audio de este devocional.

Matutina para Mujeres

«El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra;

si contempla cada nube, nunca cosecha» (Eclesiastés 11:4).

Qué fácil sería para el agricultor hacer planes y comenzar el trabajo cuando todo indica que habrá buen tiempo para la siembra. Sin embargo, siempre se tiene que comenzar el trabajo del arado sin saber lo que las inclemencias del tiempo deparen. Podría perder toda su cosecha antes de poder recogerla, pero ese es un riesgo que el agricultor de fe decide correr. Sentarse a esperar que todo indique un tiempo favorable, sería nunca recoger los frutos de su trabajo. Eso es precisamente lo que el rey Salomón está diciendo en el texto de hoy.

Caterina de Pazzi nació en el seno de una familia que tenía todas las comodidades. Sin embargo, la joven decidió que no quería esa vida, sino que quiso adentrarse en un monasterio. Allí le fueron asignadas sus

tareas domésticas y ella descubrió su gusto por la pintura, pero tal acción no fue del agrado de las monjas por lo que idearon taparle los ojos para que Caterina no pudiera pintar más. Tanta era su pasión por la pintura

que la joven continuó haciendo sus pinturas con los ojos tapados. Viendo las monjas que su plan no había dado los resultados que esperaban, la encerraron en un cuarto oscuro, pero Caterina siguió pintando. La tenacidad con que usaba los pinceles, la pintura y el lienzo iba más allá de los factores externos o sus posibilidades. Era muy fácil rendirse; después de todo, los ojos son indispensables para pintar, pero no para ella. La luz era necesaria para trazar sus líneas, pero no para ella. Caterina de Pazzi echó mano de lo que tenía pese a las condiciones que fueron provistas por las monjas y siguió adelante con sus pinturas.

Quien no quiere correr riesgos, se dispondrá a pintar solo mientras tenga buena luz, el mejor lienzo de tela, pintura de óleo, una silla cómoda y un bello taller de pintura. Como hijas de Dios, siempre habrá condiciones adversas creadas por el enemigo para impedirnos realizar la misión que nos ha encomendado. Pero si realmente amamos lo que hacemos, avanzaremos por fe, aún cuando no podamos ver el camino completo. Avanzar por fe es ver con los ojos vendados la luz de Jesús, aun cuando nadie más la pueda ver.

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