
¿quién sabe?
«Job contestó: ‘Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios
y nunca lo malo?’ » (Job 2:10).
Después de muchos días de lluvia, el sol nació una mañana. Con diligencia, separé la ropa clara de la ropa de color (aquí sí debemos hacer separación según los colores) y llené la lavadora. Cuando estuvo lista, la llevé a los tendederos que están debajo de un árbol de naranjas. «¡Si tan solo no estuviera ese árbol aquí, mi ropa se secaría más rápido con el sol directo!», pensé. Y me quedé meditando unos segundos en que debía cortar varias de sus ramas.
Apenas habían pasado cinco minutos desde que tendí la primera carga, cuando las nubes oscurecieron el cielo. «¡No puede ser!», exclamé. En unos instantes, las gotas de agua comenzaron a caer. ¿Y quién crees que protegió mi ropa de la llovizna? ¡Claro! El árbol de naranjas, con su follaje espeso, el mismo que minutos antes yo quería cortar. Horas más tarde, el sol volvió a brillar. Casi pude oír a Job decirme: «Hablas como una mujer necia». ¿Comprendes por qué no debemos renegar de las situaciones que aparentemente son
desfavorables? Primero me parecía malo que el árbol no dejara pasar al sol, pero luego me pareció bueno que no dejara pasar la lluvia.
Ese ha sido siempre el problema de los humanos. Únicamente queremos eventos favorables en nuestra vida. Si por nosotros fuera, acomodaríamos cada circunstancia a nuestro favor. Si nos dieran a elegir, nunca optaríamos por pruebas o dificultades. No obstante, un camino fácil que no demanda esfuerzo, nunca ha
hecho hombres y mujeres fuertes y sobresalientes. La esposa de Job estuvo acostumbrada a las comodidades, las riquezas, la felicidad, los cuidados y la seguridad que le daba su esposo. Sin embargo, cuando su vida dio un giro repentino e inesperado, su opción más fácil fue maldecir a Dios y abandonar a su marido.
Sin duda, a lo largo de este año, has tenido desafíos laborales, de salud, económicos, familiares o personales… ¿con qué actitud los has recibido? La buena noticia es que quien aprende a ser agradecido por lo bueno y por lo malo, tendrá una justa y rebosante recompensa.

