La resiliencia
Pero si hacen el bien, y aún así tienen que sufrir, Dios los bendecirá. No le tengan miedo a nadie, ni se asusten. 1 Pedro 3:14, TLA.
La palabra “resiliencia” es descrita como soportar, adaptarse, recuperarse, sobreponerse, prevalecer y reanimarse. La Asociación Norteamericana de Psicología la define como “el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, una tragedia, una amenaza, o hasta a fuentes de tensión significativa, como problemas familiares o de relaciones, problemas serios de salud o factores estresantes del trabajo o financieros. Significa ‘rebotar’ como una bola o un resorte después de una experiencia difícil”.
Un expositor enfatizaba que las personas con fe en Dios han demostrado tener mayor capacidad para la resiliencia. Un estudio de la Universidad de Oxford asegura que los creyentes en Dios son capaces de sentir menos dolor físico.21 Sometieron a voluntarios a descargas eléctricas y escanearon sus cerebros. Los que pensaban en textos bíblicos o en Dios sentían menos dolor que los ateos y agnósticos. Las imágenes de los cerebros mostraron que la corteza frontal de los voluntarios creyentes se iluminaba, creando un efecto analgésico. Pedro lo presentó como una ley espiritual de causa y efecto: si somos perseguidos, seremos bienaventurados. Conocemos el final del conflicto y esto nos provee consuelo. El cristiano sale más fortalecido después de cada prueba.
Las palabras de Pedro fueron dadas originalmente en un contexto de sufrimiento, abuso y persecución de los cristianos (1 Ped. 3:13-17). Estaban siendo llevados ante jueces y magistrados paganos para dar razón de su fe. Pedro les aconsejó: dar el primer lugar a Jesús, estar preparados para defender la fe, no tener miedo a los perseguidores, y mantener la paz. No era una paz por la ausencia de conflicto, sino la quietud del espíritu a pesar de la adversidad. Ningún sufrimiento físico o emocional destruye esa paz, resultado de una íntima relación con Jesús.
“Tenemos el privilegio de caminar diariamente con Jesús, en una relación reposada, íntima y feliz. No necesitamos alarmarnos si el sendero cruza por conflictos y sufrimientos. Podemos gozar de la paz que sobrepasa todo entendimiento; pero nos costará batallas contra los poderes de las tinieblas, y luchas severas contra el egoísmo y el pecado innato” (EJ, p. 92).
21 Ian Sample, “Religious belief can help relieve pain, say researchers”, The Guardian, 30 septiembre 2008, en https://www.theguardian.com/science/2008/oct/01/medicalresearch.humanbehaviour.