
Día del libro
“La enseñanza de tu palabra da luz, de modo que hasta los simples pueden entender” (Salmos 119:130).
En el mundo se celebra hoy el “Día del libro” y no hay mejor manera de celebrarlo que haciendo un homenaje a la Biblia. Lo que hoy tenemos como una biblioteca de 66 libros divididos en Antiguo y Nuevo Testamento, fue escrita en un periodo aproximado de 1.500 años, por unos 40 autores de culturas divergentes, de diferentes intelectos y ocupaciones laborales. En muchos de los casos, los autores nunca se conocieron entre sí. Sin embargo, se conserva una línea de fidelidad en el mensaje; una unidad innegable.
Es el libro más traducido y vendido. Contribuyeron a los escritos pastores de ovejas, ganaderos, príncipes, reyes, coperos, escribas, pescadores, un médico, entre otros. A pesar de que cada autor deja impregnado en el texto su esencia propia al escribir, es el Espíritu Santo el que guía sus mentes: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto” (2 Timoteo 3:16). “Los profetas nunca hablaron por iniciativa humana; al contrario, eran hombres que hablaban de parte de Dios, dirigidos por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21, DHH).
Algunos afirman que hay contradicciones entre los relatos, por ejemplo, en los evangelios; no obstante, aún en ese aspecto se ve la fidelidad y veracidad de las Escrituras. Si los cuatro evangelios fueran totalmente iguales, eso daría un indicio de que los autores hicieron una mera copia de los relatos. Sin embargo, las diferencias radican en que cada uno de los evangelios fue escrito para diferente tipo de personas. Mateo escribe para los judíos, al parecer Marcos y Lucas escriben para un público pagano y gentil; y Juan escribe para los judíos cristianos con el anhelo de impregnar en ellos la esencia de la persona Jesús.
Las evidencias científicas, históricas y geológicas, confirman que no hay mentira en las Sagradas Escrituras. A lo largo de la historia, el enemigo de Dios ha tratado de desacreditar y hacer desaparecer la Biblia. Sin embargo la Palabra viva de Dios permanecerá para siempre.
Querida amiga, hay un poder transformador que emana de la Biblia, un poder que no contiene ningún otro libro, es el poder que nos hará encontrarnos con el Señor. La buena noticia es que si hoy tenemos la oportunidad de leerla con libertad, hagamos una buena de inversión de nuestro tiempo escudriñando las Escrituras.
Dios les bendiga grandemente
Gracias por compartir me ha se é como guía