Matutina para Mujeres, Viernes 23 de Julio de 2021

Matutina para Mujeres, Viernes 23 de Julio de 2021

Escuchar Matutina

La madurez espiritual es un proceso

“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia” (Prov. 3:5).

La madurez es un proceso continuo que abarca todos los aspectos del ser y todos los años de vida de una persona. Hoy hablaremos de la madurez espiritual como un proceso que inicia cuando aceptamos a Jesús como nuestro salvador personal y tomamos la decisión de deponer nuestra voluntad para someternos a la suya. Esta decisión de dependencia con­tinúa desarrollándose diariamente a través de la oración, de la lectura siste­mática de las Sagradas Escrituras, de la obediencia a sus mandatos y del servicio con espíritu abnegado a quienes puedan necesitar una mano. Vivir de este modo no será nunca una tarea concluida aquí en esta tierra; lo será solo cuando estemos en nuestro hogar en el cielo. 

Mientras permanecemos aquí, en este mundo caído, es necesario que cul­tivemos interiormente y mostremos exteriormente el fruto del Espíritu Santo, que “es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley” (Gál. 5:22, 23).

La madurez espiritual es notoria cuando, sin titubeos, somos capaces de distinguir con claridad, afectividad y asertividad la diferencia entre lo bueno y lo malo, y con disciplina denodada escogemos hacer lo bueno, a pesar de cuán tentador pueda parecernos lo malo. Creo que este es nuestro mayor reto, aunque felizmente contamos con toda la ayuda de Dios, quien nos hace fuer­tes y fieles. 

Haremos bien en recordar que la línea que divide lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, y la verdad de la mentira, se muestra difusa y pare­ce diluirse entre tantas teorías, filosofías y nuevos estilos de vida. Los debates van y vienen; algunos defienden la relatividad de los valores, asegurando que lo que a cada persona le parece justo y bueno es lo efectivo para ella. Conside­ran obsoleta la Palabra de Dios, y no válida para una sociedad que se mueve hacia lo moderno. 

Mujer de Dios, camina segura y sigue las huellas que el Maestro dejó rumbo al Calvario. Levanta la voz y yérguete como una sierva fiel de Dios. Influye po­sitivamente en los demás, mostrando en tu transitar diario las virtudes cris­tianas. No adoptes las opiniones populares para construir tu vida y la de tu familia; si lo haces, pones en peligro la salvación de los tuyos.

Deja una respuesta