Creada para volar
“¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido!” (Sal. 138:8).
Hellen Keller, escritora y educadora sorda y ciega, expresó: “Nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar”. Considerando su condición de vida, este es un pensamiento impresionante. A pesar de sus limitaciones físicas, hizo a un lado la adversidad para permitirse volar alto; llegó a graduarse con honores en la Universidad de Radcliffe, rompiendo la creencia de que quien tiene una discapacidad, está destinado al fracaso.
La diferencia entre el éxito y el fracaso la hace cada persona, y tiene que ver con una condición interna. Por creación, todos los seres humanos tenemos atributos, que son las herramientas que nos permiten volar y trascender. La promesa es:
“Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isa. 40:31, RVR 95).
Frente a esta maravillosa declaración, nada de lo que te propongas y que esté en armonía con la voluntad de Dios te será imposible.
La mujer con flujo de sangre parecía tener una enfermedad incurable, pero cuando tocó el manto de Jesús y confió en él, trascendió su condición. Muchas mujeres tienen luchas que van desde su condición de mujer, hasta experiencias traumáticas que inhiben su desarrollo personal. Se sienten incapaces, quedándose por decisión o imposición en su zona de confort por temor a fracasar. La mujer con flujo de sangre tenía muchos impedimentos para acercarse a Jesús, pero los resolvió con creatividad, tenacidad y fe inquebrantable, sabiendo que no sería rechazada por el Maestro.
Si crees que donde vives no hay oportunidades de crecimiento para ti, o si alguien te ha condicionado haciéndote creer que tus obstáculos son infranqueables, recuerda que Dios es tu Salvador y la solución a todos tus conflictos. Confía en él y camina hacia tus sueños sin temor, asegurándote de estar en sintonía con su voluntad y escuchando los consejos de las personas que te aman.
“Dios ve las posibilidades a las que puedes llegar, él tiene un plan, él ve tu potencial. Él quiere que el potencial que hay en ti se desate para que puedas llegar a ser la persona para la que fuiste creada” (T. D. Jakes, Mujer, ¡eres libre!, p. 218).