Matutina para Mujeres | Viernes 31 de octubre de 2025 | Más advertencias

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Matutina para Mujeres

«Si te niegas a escuchar al Señor tu Dios y no obedeces los mandatos

y los decretos que te entrego hoy, caerán sobre ti las siguientes maldiciones y te abrumarán» (Deuteronomio 28:15).

Sigamos escudriñando Deuteronomio 28 para reafirmar en nuestro corazón que la obediencia a las leyes divinas es lo mejor para nuestras vidas.

Advertencia de Deuteronomio 28:52:»Atacarán tus ciudades hasta derribar todas las murallas fortificadas de tu territorio, esos muros en los que confiabas para protegerte. Atacarán todas las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te ha dado». Advertencia cumplida. ¿Recuerdas por qué Nehemías estaba triste delante del rey?

¡Claro! Porque le habían dicho que los muros de Jerusalén seguían en ruinas (Nehemías 1:3). Pero, ¿cuándo sucedió esto? Muchos años antes, cuando fueron llevados cautivos. «Luego su ejército quemó el templo de Dios, derribó las murallas de Jerusalén, incendió todos los palacios y destruyó por completo todo lo que había de valor» (2 Crónicas 36:19).

Advertencia de Deuteronomio 28:53: «El estado de sitio y la terrible aflicción del ataque enemigo serán tan insoportables que terminarás comiéndote la carne de tus propios hijos e hijas, aquellos que el Señor tu Dios te dio». Advertencia cumplida. ¿Te parece aterradora la idea de comerte a tus propios hijos? Pues el pueblo elegido lo hizo. Durante el sitio de Samaria se registra la horripilante acción de dos mujeres que hicieron un

trato debido a la desesperación del hambre. Dios en su misericordia les había dado reglas y advertencias para que no llegaran a ese punto de vileza, y no obedecieron. «El rey le preguntó: ‘¿Qué te pasa?’ Ella contestó:

‘Esta mujer me dijo: «Mira, comámonos a tu hijo hoy y mañana nos comeremos al mío». Entonces cocinamos a mi hijo y nos lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: «Mata a tu hijo para que nos lo comamos», pero ella lo había escondido’ » (2 Reyes 6:28, 29).

Sabiendo que Dios cumple su promesa, ¿habremos de arriesgarnos a desobedecerle? La misma Escritura afirma: «Este mandato que te entrego hoy no es demasiado difícil para ti ni está fuera de tu alcance» (Deuteronomio 30:11). Cuando estamos convencidos del amor de Dios y correspondemos a ese amor, automáticamente le obedecemos por amor y no por miedo a las consecuencias. El pueblo actual de Dios también está advertido respecto a la senda final de los malos. La buena noticia es que, como en el pasado, el Señor no abandonará a su pueblo. Hoy sigue llamando, esperando y perdonando a sus hijos que de corazón le buscan.

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