Gemelos muy diferentes
“Como los mellizos se peleaban dentro de su vientre, ella pensó: ‘Si esto va a ser así, ¿para qué seguir viviendo?’ Entonces fue a consultar el caso con el Señor” (Génesis 25:22).
A consecuencia del pecado, lo normal es que la gente pelee. En la Biblia encontramos muchos conflictos entre personas y naciones a lo largo de la historia. Es especialmente frustrante para los padres cuando los que luchan son sus propios hijos entre sí. Las famosas peleas entre hermanos. ¿Se te ocurren algunos ejemplos de la Biblia? La pelea entre Caín y Abel; Ismael contra Isaac; los problemas entre los hijos de Jacob; los hijos de Isaí. Aun con estos desacuerdos familiares, Dios siempre obró para beneficio de toda la humanidad.
A partir de este capítulo empezaremos a conocer a los hijos de Isaac y Rebeca: Esaú y Jacob. Desafortunadamente, estaban en desacuerdo casi todo el tiempo. ¡Y ni siquiera esperaron a nacer para que haya diferencias! En el vientre de su mamá ya hubo conflictos.
¿Tienes hermanos? ¿Cómo se llevan? ¿Cómo se sienten tus padres sobre tu relación con ellos? Una clave para llevarse bien es el respeto a la individualidad. Todos tenemos habilidades, intereses y gustos muy diferentes, no importa que tengamos los mismos padres, que vivamos en la misma casa y comamos en la misma mesa; incluso si tienes un gemelo, tendrán diferencias de personalidad. Podemos ver esto en los gemelos de Génesis 25. Esaú era pelirrojo y velludo. Le gustaban las actividades al aire libre, en el campo, como la cacería. Jacob debe haber sido trigueño y lampiño, y a él le gustaban las actividades de la casa, incluso cocinar. Ninguno de los dos era mejor que otro, simplemente eran diferentes.
Si quieres llevarte bien con tus hermanos, respétalos así como son, y no trates de cambiarlos. Convivan en paz y en armonía porque eso agrada a Dios, y porque esa es una forma de respetar a tus padres.
