Mahoma es trasladado
“¿Por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado deentre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo dea misma manera en que lo vieron irse!” (Hechos 1:11, NTV).
Uno de los líderes más influyentes en la historia del mundo fue Mahoma, padre y profeta de la religión islámica. Los musulmanes creen que, el 8 de junio de 632 d.C., Mahoma fue trasladado al cielo. Se dice que el profeta ascendió al cielo desde la Cúpula de la Roca de Jerusalén. En la actualidad, un santuario musulmán y una mezquita se asientan sobre la Cúpula de la Roca, que es considerada por los musulmanes como uno de los lugares más sagrados del Imperio Islámico.
Mahoma nació en un hogar humilde de La Meca y se casó con una viuda rica cuando tenía 25 años. Se cuenta que, en el año 610 d.C., se encontraba en una cueva al norte de La Meca cuando recibió una visión de Dios. Un ángel le ordenó que se convirtiera en profeta de la única religión verdadera, tras lo cual Alá le reveló enseñanzas que fueron escritas en el Corán, que es la palabra de Dios para los musulmanes. Así nació el islamismo. Mahoma se consideraba el último profeta judeo-cristiano y, según la tradición musulmana, fue trasladado al cielo sin ver la muerte. Pero esto último, en realidad, es tema de leyendas. Luego, están los hechos:
Así como todos los hombres mortales que llegan a la vejez, Mahoma murió. La historia nos dice que pasó sus últimos momentos en los brazos de Aishah, su tercera y favorita esposa, y fue enterrado en Medina, Arabia Saudita. Lo único que queda de él es su tumba.
Solo conocemos a dos personas en la historia del mundo que fueron trasladadas al cielo sin haber muerto. Una fue Enoc, el hijo de Jared, séptimo en la línea antediluviana desde Adán. Caminó con Dios, y un día desapareció porque Dios se lo llevó. Teniendo en cuenta su estrechísima amistad con Dios, era más apto para el cielo que para este mundo. La otra persona que fue trasladada sin ver la muerte fue el gran profeta Elías, un líder revolucionario y reformador en el antiguo Israel. Fue llevado al cielo en un carro de fuego.
Sin embargo, la historia más inspiradora de todas es la de Jesús ascendiendo al cielo; y sus discípulos lo presenciaron todo en aquella ladera del Monte de los Olivos, en Judea. Murió en el Monte Calvario, resucitó de la tumba, volvió al cielo, y ahora preparando allí un hogar para todos los que crean en él. Y lo mejor de todo es que volverá. ¿No es maravilloso servir a un Dios cuyos profetas no tienen que inventar una historia?
Que bonita historia