Hombre misionero
“Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14, RVR 95).
El 17 de agosto de 1761, nació William Carey, el gran misionero inglés que desarrolló su ministerio en la India. Sirvió a Dios con todo su corazón; y lo más probable es que se quien más haya hecho por la causa del cristianismo moderno desde la época de Martín Lutero. Siendo todavía un adolescente, William aprendió a leer la Biblia en seis idiomas. Se unió a la Iglesia Bautista en 1783 y pronto comenzó a hablar de las necesidades de las misiones. En 1793, fue a la India como uno de los primeros misioneros de la Sociedad Misionera Bautista Inglesa. En 1801, se convirtió en profesor de lenguas orientales en el recién creado Fort William College, y ocupó el cargo durante el resto de su vida. La editorial Serampore, que ayudó a fundar, hizo que la Biblia fuera accesible a más de 300 millones de personas.
Siempre ha habido misioneros dedicados a servir a Dios en otras tierras. Abraham fue el primero que se menciona en las Escrituras que viajó a una nueva tierra. ¿Su tarea? Establecer, en la tierra de Canaán, una nueva cultura en la que se adorara al único Dios verdadero. Luego encontramos a José en Egipto, habiendo sido vendido como esclavo; trabajó para
Dios en esa tierra pagana y preparó al pueblo para la crisis que atravesarían. Dios le pidió a Jonás que fuera a Nínive y predicara un mensaje de arrepentimiento. Daniel y sus tres amigos fueron enviados a Babilonia, donde enseñaron a Nabucodonosor a adorar a Jehová. Y, por supuesto, los primeros misioneros cristianos llevaron el evangelio al Imperio Romano y más allá. Liderados por Pablo, evangelizaron el mundo entonces conocido.
En la era moderna, gracias al Espíritu de Dios y a misioneros como William Carey, el mensaje del evangelio se ha extendido a casi todos los rincones del planeta; y hay misioneros cristianos en todos los países de la tierra. Actualmente, se hablan más de 7.000 idiomas en el mundo; y la Biblia, o partes de ella, se encuentra impresa a más de 3.300 de ellos.
Según los traductores de la Biblia Wyclif, el objetivo para el año 2025 es tener un proyecto de traducción iniciado en cada idioma. Curiosamente, alguien se ha tomado la molestia de escribir una traducción de la Biblia en klingon, el idioma de una raza que aparece en las películas de la serie Star Trek [Viaje a las estrellas]. Esto parece casi un sacrilegio, pero deja en evidencia un punto interesante. Incluso los guionistas seculares de nuestra cultura cinematográfica entienden que Dios y su Palabra son las fuerzas más antiguas e influyentes del universo.