Miércoles 22 de Marzo de 2023 | Matutina para Mujeres | Malentendidos familiares

Miércoles 22 de Marzo de 2023 | Matutina para Mujeres | Malentendidos familiares

Malentendidos familiares

Oh hijos de Rubén e hijos de Gad, ya que entre nosotros y ustedes el SEÑOR ha puesto por límite el Jordán, ustedes no tienen parte con el SEÑOR. Así sus hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer al SEÑOR. Josué 22:25, RV2015.

La guerra había terminado, los hijos de Rubén, de Gad y la media tribu de Manasés debían regresar a Galaad, pasando de nuevo el Jordán, para poseer su territorio de acuerdo con lo ordenado por Moisés. Con el propósito de que las generaciones futuras no se separaran entre sí, decidieron edificar un monumento. Esto despertó celos, sospechas y críticas entre las demás tribus. ¿Sería un altar apóstata?

No te dejes llevar por celos o juicios apresurados. Este malentendido por poco termina en una guerra civil. “¡Cuán a menudo provienen serias dificultades de una simple interpretación errónea, hasta entre aquellos que son guiados por los móviles más dignos!” (PP, p. 556). Lo bueno es que decidieron verificar el rumor antes de seguir acusando. Ambas partes tenían responsabilidad en este malentendido. Una comunicación efectiva en la familia, la iglesia o la comunidad es la mejor herramienta para prevenir o resolver dificultades.

Los representantes les hicieron reproches mordaces y los culparon de rebelarse contra Dios. Se apresuraron a condenar la acción de sus hermanos antes de escuchar las razones de aquellos. “Si bien es importante, por un lado, que se evite la indiferencia al tratar con el pecado, es igualmente importante, por otro lado, que se eviten los juicios duros y las sospechas infundadas” (ibíd., p. 557). Afortunadamente, los edificadores no respondieron apresuradamente; manifestaron prudencia y mansedumbre, sin resentimiento.

¿Estás siendo juzgada, injustamente acusada, maltratada por tu familia, tu iglesia o tus amigos? Imita este modelo de resolución de conflictos.

Dejando claro su propio celo y fervor a Dios, explicaron con detalles las razones de sus acciones. “Aun cuando se les acuse falsamente, los que están en lo justo pueden permitirse tener calma y ser considerados. Dios conoce todo lo que los hombres no entienden o interpretan mal, y con toda confianza podemos entregarle nuestro caso. Él vindicará la causa de los que depositan su confianza en él” (ibíd.). Por su parte, los acusadores aceptaron las explicaciones y fueron convencidos de la sinceridad de sus hermanos.

Admite hoy cualquier error cometido, acepta la verdad, y no intentes convencer a otros de tus propias razones.

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