Verdadera paz
«Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo». Juan 14: 27
Dios es un Dios de paz, y él anhela que sus hijos puedan disfrutar de paz. Pero la paz que él ofrece es distinta a la que el mundo busca. El mundo define «paz» como la ausencia de conflictos, estado anímico de tranquilidad y que experimenta la persona no turbada por molestias. En busca de esa paz el mundo invierte grandes sumas de dinero y se hacen enormes esfuerzos. Sin embargo, en medio de un mundo plagado de peligros, de injusticias y de filosofías que se enfrentan unas con otras, se hace casi imposible mantener este estado. Nuestro mundo está lleno de maldad, de crímenes, de injusticia, de corrupción y todo esto choca con nuestro sueño de paz.
Pero la Palabra nos dice que la paz que Dios ofrece es diferente. La paz bíblica indica bienestar material y del espíritu, plenitud, prosperidad, victoria, todo lo que contribuye para nuestro bien. La paz que Dios nos ofrece, en vez de ser la ausencia de caos, es la capacidad de mantener el equilibrio en medio de un mundo en desorden. La paz de Dios produce en nosotros un sentimiento de satisfacción y tranquilidad física y mental. A eso se le llama «bienestar».
Él había venido personalmente a la universidad para traer a su hijo mayor, que iniciaría una nueva etapa de su vida. Encomendó a Dios los cuatro años de su carrera. Pasó el tiempo y llegó su último semestre y, en unos pocos días, recibiría su título. Entonces llegó lo inesperado: lo asaltaron en la misma puerta de la universidad para robarle sus pertenecías y, al poner resistencia, le dispararon y murió casi al instante. El dolor fue demasiado para toda la comunidad universitaria. Pero nunca olvidaremos lo que su padre dijo en la ceremonia fúnebre:
—Prefiero ver a mi hijo ahí en ese ataúd, prefiero la vida de mi hijo en las manos de Dios, prefiero mi hijo asegurado para la eternidad, que vivo y lejos de la verdad y apartado de Dios.
Aunque nadie quiere morir, mucho menos ver a su hijo muerto, en la declaración de este padre pude notar cómo funciona la paz de Dios en el corazón. Hoy, @Dios te dice: «Mi paz está disponible para ti; ven, pruébala y no te arrepentirás».