La mariposa azul
“Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría” (Salmo 90:12, TLA).
Un famoso cuento oriental relata que unas hermanas intentaron tender una trampa al anciano más sabio del pueblo, quien al parecer siempre tenía respuesta para todo. Pensaron y pensaron hasta que a una de ellas se le ocurrió algo genial. Con ese plan iban a lograr que él se equivocara por lo menos en una respuesta. ¿Quieres saber en qué consistía su plan?
Atrapó una bella mariposa azul. Con la mariposa encerrada en sus manos iría a ver al sabio y le preguntaría si la mariposa estaba viva o muerta. Si el sabio decía que estaba viva, entonces disimuladamente apretaría la mariposa entre sus manos para que al abrirlas estuviera muerta. Y si respondía que estaba muerta, abriría sus manos para dejarla salir volando. ¡El plan parecía perfecto!
Las hermanas fueron a ver al sabio con mucha expectativa. Cuando la niña que tenía en sus manos la mariposa le preguntó:
–¿Qué crees que tengo en mis manos, una mariposa viva o una muerta?
El anciano la miró serenamente a los ojos y le dijo:
–Todo depende de ti. La mariposa está en tus manos.
¡Punto para el anciano sabio!
¿Sabes una cosa, amiguito? Cada uno de nosotros tenemos una “mariposa azul” en nuestras manos. Esa mariposa es nuestra vida. Y las decisiones que tomamos cada día son las que definirán nuestro destino. Todo está en nuestras manos: ser o no ser un buen alumno en la escuela; comenzar o no el día de la mano de Dios haciendo el culto; elegir o no alimentos saludables para comer; decidir aprovechar el tiempo en cosas útiles, o desperdiciarlo con videojuegos o mirando el celular todo el día; elegir buenas amistades que me ayuden a crecer como persona, o juntarme con amigos que me lleven hacia una vida sin sentido; aceptar la salvación que Jesús me ofrece, o dejar pasar la vida sin haber aprovechado la oportunidad.
¿Sabes? Moisés era consciente de la gran responsabilidad que significan nuestras decisiones. Y por eso, con gran preocupación expresó su necesidad a Dios en las palabras del versículo de hoy. Solo Dios puede darnos sabiduría para tomar las decisiones correctas.
¿Qué te parece pedirle sabiduría a Dios para que las decisiones que tomes hoy sean las mejores para tu vida?
Gabriela
me encanto la historia