La mesa de los panes
“Pon siempre en la mesa, en presencia mía, el pan que se me consagra” (Éxodo 25:30).
Esta mesa estaba hecha de madera de acacia y recubierta de oro. Tenía a su alrededor una cornisa de oro, medía 90 centímetros de largo, 45 de ancho y 65 de alto. Sobre ella se colocaban doce panes de en dos hileras de seis panes cada una, y sobre cada hilera se ponía incienso puro. Cada pan representaba a una de las tribus de Israel. Cada sábado, los sacerdotes ponían nuevos panes frescos y en ese mismo lugar se los comían. Estos panes permanecían siempre en el Lugar Santo del Tabernáculo como una ofrenda al Señor, como un recordativo de nuestra dependencia de Dios tanto para el sustento material como espiritual.
Los panes de esta mesa se relacionan con la Palabra de Dios, que debe ser nuestro alimento diario. Jesús dijo: “Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre” (Juan 6:35). En esta mesa encontramos una invitación a depender de Jesucristo siempre y a permitir que la Santa Biblia sea nuestro alimento diario. Así como en el Santuario siempre había pan, nuestra vida solo puede sostenerse cuando Cristo es el centro cada día. Este es un asunto muy importante, pues si alguna vez no sientes deseo de asistir al templo, de orar o simplemente de estar en contacto con temas espirituales, probablemente indique que has descuidado el alimento espiritual que necesitamos para vivir el gozo de ser cristiano.
Pregúntate: ¿Me alimento del Pan de vida? Mira qué interesante es esto: existen muchas opciones para alimentarnos, pero no todas son saludables; y muchos eligen comer comida chatarra. Algo semejante pasa con lo espiritual: muchos prefieren usar el tiempo en entretenerse. Pero cuando solo nos dedicamos a eso, tenemos menos deseo de conocer a Dios y adorarlo. Perdemos el apetito por el Pan de vida y nos debilitamos en la fe. Por otro lado, cuanto más leemos la Biblia, más nos gusta y más disfrutamos de estar cerca de Jesús. ¡Muchas bendiciones te esperan cuando le dedicas a Jesús tiempo todos los días!
