Sábado 01 de Octubre de 2022 | Matutina para Menores | Humildad y mansedumbre

Humildad y mansedumbre

“Humíllense delante del Señor, y él los exaltará” (Santiago 4:10, NVI).

De todos los valores, posiblemente el más difícil de explicar y de alcanzar sea la humildad. ¿Por qué? Porque cuanto más te esfuerces en ser o parecer humilde, más escapará de ti esa cualidad. En otras palabras, si crees que ya eres humilde, ¡todavía te falta mucho!

En casa, cuando alguien tiene algún logro importante, y vuelve a casa orgulloso y feliz, bromeamos: “Entre todas tus cualidades, tienes otra virtud muy importante… ¡la humildad!” Por supuesto que no es en serio, y tampoco está mal felicitarnos mutuamente en familia por lo logrado a través del esfuerzo y gracias a Dios. Pero lo cierto es que cuanto más pensamos en nosotros mismos, o intentamos “ser” humildes, más lejos estaremos de esa virtud.

¿Sabes de dónde proviene la palabra “humildad”? De un término en latín, humilitas, que significa “pegado a la tierra”. Las personas orgullosas parece que andan “en las alturas”, y por eso la humildad se asocia con tener los pies sobre la tierra. Ser humilde implica reconocer nuestra dependencia de Dios, y valorar a los demás por encima de nosotros mismos. Significa ayudar a otros sin esperar reconocimiento o recompensa.

Significa respetar a otros y sus diferentes formas de pensar. Significa no creer que sabemos más que nadie, o que tenemos todas las respuestas.

Quizá lo más importante que debes saber acerca de la humildad es cuánto la valora Dios. El Señor nos dice que él valora un corazón humilde, que reconoce su necesidad, pues así puede trabajar y hacerlo receptivo a su mensaje.

¿Sabes quiénes pueden tener más dificultades con la humildad? Los líderes. Robert G. Ingersoll, orador del siglo XIX, lo expresó con estas palabras: “Si quieres saber cómo es realmente alguien, dale poder”. En la Biblia, Moisés es un ejemplo de una persona mansa y humilde de corazón que, luego de ser transformado en el desierto de Madián a través de cuarenta años de estar con Dios, llegó a ser el líder que Jehová necesitaba para libertar al pueblo de Israel.

No es sencillo ser humilde. Durante este mes veremos más ampliamente qué significa la humildad y la mansedumbre. Aprenderemos cada día cómo ser más como Jesús, quien era manso y humilde de corazón.

Pero, lo más importante que quiero que tengas presente al iniciar este aprendizaje, es que Dios puede ayudarte. Y, como dice nuestro versículo de hoy, será Dios quien, algún día ¡se encargará de exaltarte para su gloria!

Cinthya

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