El sufragio femenino
¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz? Es más preciosa que los rubíes. Cuando habla, sus palabras son sabias, y daórdenes con bondad” (Proverbios 31:10, 26, NTV).
Este día de 1919 fue vital en la historia de Estados Unidos: las mujeres finalmente obtuvieron el derecho al voto. ¡El derecho a votar! ¿Puedes creerlo? Se necesitó la 19ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos para dar a las mujeres estadounidenses ese derecho. Después de que las mujeres estuvieron 300 años domando las tierras salvajes de la nueva América con sus familias, el gobierno por fin se espabiló. Después de que ella prestaron a sus hermanos, maridos, hijos y padres para luchar en las guerras indias, la Guerra de la Independencia, la Guerra anglo-estadounidense, la Guerra Civil, la Guerra Hispanoamericana y la Primera Guerra Mundial, por fin se reconoció a las hermanas, esposas, hijas y madres por todos los dolorosos sacrificios que habían hecho. Después de décadas de luchar contra el alcohol, la esclavitud y el trabajo infantil en las fábricas y minas de carbón, por fin se las recompensó por su duro trabajo como ciudadanas. Desde 1919, hubo muchos avances. Hoy, por ejemplo, las mujeres pueden alistarse en el ejército y luchar junto con los hombres; ir a cualquier universidad, algo que no fue posible durante mucho tiempo; o permanecer solteras y vivir solas sin que la sociedad las mire con desprecio.
Sin embargo, hay algunas cosas que todavía tenemos que abordar en lo que respecta a los derechos de las mujeres. Por ejemplo, en muchos países, los hombres cobran más que las mujeres aunque realicen el mismo trabajo; y las mujeres aún sufren mucha más discriminación y acoso que los hombres; y sigue resultado difícil para ellas acceder a puesto de liderazgo en el gobierno o instituciones.
Las mujeres merecen lo mejor que cada nación puede ofrecer a sus ciudadanos. Al fin y al cabo, no cabe duda de que hacen su parte del trabajo. Especialmente, nuestras madres. Muchas madres preparan el desayuno para la familia todas las mañanas, y a veces hacen almuerzos separados para cada niño. Las mamás despiden a papá con un beso, llevan a los niños al colegio y luego se dirigen al trabajo.
Las madres hacen todo tipo de actividades después del trabajo, como las compras y buscar a los chicos de la escuela; luego los lleva a la biblioteca, a la clase de piano o de idiomas, y al gimnasio para practicar algún deporte. Luego, en casa, preparan la cena, lavan la ropa y ayudan con las tareas de la escuela.
¿Y esperamos hasta 1919 (o incluso después, en otros países) para dar a las mujeres el derecho al voto? ¡Qué vergüenza! Empecemos hoy a mostrar a nuestras madres lo mucho que las apreciamos. Decir “te quiero” es un comienzo.
Amen