La primera lluvia de meteoritos registrada
“Las estrellas caerán del cielo y las potencias que están enlos cielos serán conmovidas” (Marcos 13:25, RVR 95).
El 12 de noviembre de 1799 a última hora, la primera lluvia de meteoritos registrada en los Estados Unidos sorprendió a la gente de toda la costa este. Fue tan brillante y vívida que los cielos se iluminaron con el brillo de mil estrellas fugaces. Todos la vieron. Si no se despertaban con los gritos excitados de los vecinos, se despertaban con los destellos de las bolas de fuego que iluminaban sus dormitorios oscuros.
Los “fuegos artificiales” celestiales eran causados por una banda repetitiva de meteoros llamada las Leónidas, que aparece todos los años a mediados de noviembre, pero que parece ser especialmente impresionante cada 33 o 34 años. Volvió a aparecer en 1833, y esta vez fue aun más espectacular durante las primeras horas de la mañana en el este de Norteamérica. El cielo parecía iluminado casi con la misma intensidad que a plena luz del día.
¿Qué hace que las estrellas “caigan”? Cuando la Tierra encuentra cerca del rastro de un cometa que pasa, los trozos de roca que se desprenden del cometa se queman en la atmósfera terrestre. Estos meteoros atraviesan la atmósfera a velocidades de hasta 260.000 kilómetros por hora y dejan estelas que brillan durante unos segundos después de vaporizarse.
En una lluvia de meteoros promedio, se pueden ver entre 15 y 20 meteoros por hora. La de 1833 fue probablemente muy parecida a los años pico de las Leónidas de 1966 y de 1999, y habría incluido hasta 150.000 meteoros por hora. “Fue la escena más grandiosa y hermosa que mis ojos hayan contemplado jamás”, dijo un niño. Algunos meteoros parecían no ser más grandes que una gota de agua, mientras que otros estaban tan cerca que parecían tan grandes como una luna llena. Imagínate esto y tendrás una ligera idea de la maravillosa escena. Algunos pensaron que las estrellas debían estar cayendo del cielo y que la escena debía ser una señal del juicio venidero. Otros, simplemente, se interesaron por el aspecto científico. La extraordinaria lluvia causó tal interés en todas partes que impulsó el primer estudio organizado de la astronomía de los meteoros.
Jesús dijo a sus discípulos que uno de los signos del fin de los tiempos sería la caída de las estrellas. Por eso, nosotros entendemos que el fenómeno de las lluvias de meteoros es el cumplimiento de esta profecía de Jesús. ¿Significa que vendrá pronto? Seguro. ¡Créelo!