Como relámpago
“Los seres iban y venían rápidamente, como si fueran relámpagos” (Ezequiel 1:14, DHH).
¿Te gustan los ángeles? ¿Has pensado en ellos alguna vez? ¿Te has imaginado cómo es tu ángel guardián? En la Biblia hay algunas historias que involucran ángeles. Hay un relato interesante que registra el profeta Ezequiel en el primer capítulo de su libro. Él vio cuatro seres alados que estaban junto al trono de Dios. Entre las muchas cosas que describe el profeta, hay una interesante en el versículo para hoy. Léelo nuevamente. ¿Lo notaste? Ellos se movían con la rapidez de un relámpago.
Hay otro incidente que figura en el libro de Daniel, en el capítulo 9. Daniel relata que estaba orando y confesando su pecado y el de Israel, cuando vio al ángel Gabriel que venía “volando con presteza” (¡rapidísimo!) para explicarle la visión. Y es interesante lo que le dijo el ángel a Daniel (vers. 23): “En cuanto comenzaste a orar, se dio una orden y ahora estoy aquí para decír-te, porque eres muy precioso para Dios” (NTV). ¡Daniel no había terminado de orar y el ángel ya estaba allí obedeciendo la orden de Dios!
¿Recuerdas que Gabriel también se le apareció a María para anunciarle la venida del Salvador? Todas esas historias nos muestran cuál es la reacción de los ángeles frente a los encargos de Dios. Ahora piensa en lo siguiente: ¿Te imaginas a Dios llamando repetidamente a Gabriel hasta que este respondiera, y recién entonces poder darle un encargo? ¿Te imaginas que el ángel dijera con indiferencia “Ya voy”, y siguiera haciendo sus cosas tranquilamente? ¿Te lo imaginas diciéndole a Dios “espera un minuto” cuando le pidió que vaya a anunciarle a María la venida de Jesús? ¿Te imaginas a los cuatro seres alados arrastrando los pies y yendo lentamente hacia donde Dios le pide que vayan? ¡No! Los ángeles no solo obedecen con alegría los mandatos de Dios, sino además lo hacen con la rapidez de un relámpago.
Piensa en ti. ¿Cuántas veces tienen que llamarte tus padres hasta que respondes? Y cuando ellos te mandan a hacer algo, ¿obedeces con rapidez o respondes con indiferencia? ¿Eres de los que usan las frases: “Ya voy”, o “Espera”, para finalmente olvidarte de lo que te habían pedido? ¿Qué te parece pedirle a Dios que te ayude a ser como los ángeles, obediente y rápido como relámpago?
Gabriela