A una voz
“Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:21, NTV).
Cada superhéroe de los comics tiene un poder diferente. El Hombre Araña, por ejemplo, tiene gran agilidad y adherencia. Flash es rapidísimo y Superman posee una fuerza extraordinaria. Si yo pudiera elegir un superpoder, pediría ser capaz de hablar todas las lenguas del mundo (las del pasado, las del presente y las del futuro). ¡Sería asombroso! Cada idioma que no sé hablar es una barrera que limita mi capacidad para entender y conectarme con los demás. Pero imagina cuán bello sería entender todos los idiomas; o, mejor aún, hablar una lengua común. ¿Y si te digo que esto no es un sueño ni una fantasía de película?
En el libro de Sofonías hay una hermosa profecía que es, de alguna manera, el reverso de la experiencia de la torre de Babel. Sofonías describe el momento en que todos los redimidos adorarán a una voz, en la Nueva Jerusalén. “Entonces purificaré el lenguaje de todos los pueblos, para que todos juntos puedan adorar al Señor” (Sof. 3:9, NTV). Es posible que esto se trate de una lengua común, compartida por todos los redimidos, o de la capacidad de comprender todas las lenguas. En el sitio web de “Enduring Word”, el comentador bíblico David Guzik escribe: “En esta restauración final, Dios le dará al mundo un lenguaje común otra vez (pureza de labios), y todo el mundo adorará al Señor, no solo Israel”. Un día, todas las diferencias económicas, culturales y sociales que nos apartan desaparecerán para siempre. ¡Qué belleza!
Pero no solo nos toca esperar ese día; debemos comenzar a salvar las distancias aquí y ahora. “Quienes están unidos con Cristo mediante la verdad de origen celestial, deben tener lazos fuertes de amistad los unos con los otros”, escribe Elena de White en El ministerio pastoral. “En Cristo hay amor, y quienes están unidos con Cristo no tendrán meramente una actitud gentil y respetuosa hacia los demás, sino un verdadero y sincero amor los unos por los otros”. Jesús dijo que el mundo creerá que somos sus seguidoras si estamos unidas. Él nos llama a dejar atrás las diferencias económicas, sociales y culturales, y a empezar a cantar juntas aquí y ahora.
Señor, quiero aprender a adorar junto con todas las mujeres del mundo, especialmente con las que son diferentes de mí. Ayúdame a ver que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. ¡Líberame de prejuicios sociales, económicos y culturales! Llena mi corazón con tu compasión y tu amor.
Señor ayudame a compartir con otras personas todo lo bueno que tú nos prometes y predicar el evangelio a todo tribu y lengua dame sabiduría para poder espresar el mensaje de salvación.🙏🙏🙏