Trecientos hombres y una victoria
“Podrás hacerlo porque yo estaré contigo. Derrotarás a los madianitas como quien derrota a un solo hombre” (Jueces 6:16).
Si te gusta escuchar historias de guerras y batallas, seguramente te asombrarás con el relato de hoy. Gedeón fue elegido por Dios para liberar a los israelitas de las manos de los madianitas. Al recibir esta misión, tuvo miedo: “Pero ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más pobre de toda la tribu de Manasés, y yo soy el más pequeño de mi familia” (Jue. 6:15). El versículo de hoy muestra cuál fue la respuesta de Dios. Léelo de nuevo.
Después de eso, Dios demostró que estaría con su pueblo en esta batalla, y Gedeón hizo todo lo que Dios le ordenó. Incluso obedeció órdenes que parecía no entender. ¿Un ejemplo? Dios pidió a los guerreros que pasaran por algunas pruebas, hasta que finalmente solo quedaron trescientos hombres. Sí, ¡trescientos hombres para enfrentarse a un enorme ejército!
¿Cuál fue el final de esta historia? La Biblia cuenta (en Jueces 7) cómo sucedió todo. Gedeón y sus guerreros fueron guiados por Dios y derrotaron al ejército enemigo. ¿Cómo hicieron esto trescientos hombres?, puedes preguntarte. La respuesta está, una vez más, en el versículo de hoy. Dios ganó esa batalla. Por su poder, Gedeón y sus hombres salieron victoriosos.
¿Tienes una batalla que enfrentar? ¿Te sientes demasiado pequeño frente a grandes problemas? El Dios de Gedeón es tu Dios. Él estará contigo y, por lo tanto, tus problemas serán pequeños al lado de la grandeza divina.