Marshmallows
“Procuren más bien recibir la recompensa completa” (2 Juan 1:8 u.p., NVI).
¿Qué es un marshmallow? Es una golosina; una especie de gomita gelatinosa que la mayoría de los niños disfruta mucho comer. En algunos países se les dice malvaviscos.
Hace poco escuché la entrevista a un famoso psicólogo infantil que decía que la prueba del éxito de un niño o niña en la vida depende de la prueba de los marshmallows. ¿Te cuento cómo lo hacen?
Un psicólogo pone a un niño en una habitación con un plato que tiene un delicioso marshmallow. Entonces, le dice al niño: –Voy a salir por cinco minutos. Si quieres, puedes comer el marshmallow ahora, es tuyo; pero si esperas hasta que yo regrese, te daré ese y otro más.
Cuando el experto sale, observa a través de una ventana especial o una cámara lo que ocurre. El niñito queda luchando en su interior.
Por un lado, quiere el marshmallow ¡ya! Y, por otro lado, se da cuenta de que, si espera un poquito, podrá tener otro. Suena muy razonable, ¿no?
Tendrías que ver las reacciones de los niños. Algunos se tapan los ojos para no ver la “tentación”. Otros cantan para distraerse. Otros huelen el marshmallow, lo tocan, lo amasan… A veces, ya no pueden aguantar, y terminan comiendo su dulce. ¿Qué crees que pasa con los niños que sí pueden esperar? Además de recibir dos marshmallows, por supuesto, son niños que desde pequeños aprenden a controlarse, a esperar aunque sea difícil hacerlo. Los expertos hicieron un seguimiento de la vida de estos niños hasta que se convirtieron en adultos, y se dieron cuenta de que tuvieron más éxito en la vida que los que no pudieron esperar.
¿Te parece una coincidencia? ¡Claro que no! Cuando una persona, por más pequeñita que sea, decide ser firme y controlarse para lograr algo, ha dado un gran paso en dirección a ser exitoso en esta vida. Jesús también nos ofrece “dos marshmallows” si esperamos un poquito más, hasta que él venga.
A veces puede ser difícil privarse de las cosas que nos parecen tan lindas en este mundo. Pero los “dos marshmallows” que Jesús nos ofrece son una eternidad de amor, paz, belleza, música… No te quedes con un solo marshmallow. En las palabras de nuestro versículo de hoy, procura “recibir la recompensa completa”.
Cinthya