Buscar las ovejas perdidas
«Yo buscaré a la perdida y haré volver al redil a la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré a la débil». Ezequiel 34: 16, RV95
Recibí una invitación inusual. Una iglesia grande se había propuesto recuperar el mayor número posible de feligreses que se habían descarriado. Decidieron desarrollar un programa denominado «De corazón a corazón». Este programa, en su primera etapa, identificaba a las personas que ya no asistían a la iglesia, les hacían una visita en sus hogares y luego los invitaban a un programa social realizado fuera de la iglesia que terminaba con un almuerzo. En la segunda etapa se invitaba a las personas a un culto especial en el templo.
La segunda etapa consistía en llevarles una canasta con frutas a sus hogares y una carta donde la iglesia les pedía disculpas por cualquier circunstancia que hubiese acaecido y que los hubiese empujado a no asistir. La tercera etapa consistía en invitarlos a un almuerzo en las instalaciones de la iglesia, y allí recibían la invitación para la campaña. Durante dos semanas visitamos en sus hogares a un gran número de exmiembros de la iglesia. En las noches, ellos venían a escuchar la exposición de la Palabra preparada especialmente para ellos. Fue una experiencia muy edificante. Escuchamos de sus labios las razones por las cuales se habían marchado. La mayoría lo había hecho por pequeñeces, pero el hecho de que nunca nadie les hubiese pedido disculpas ni los hubiese buscado hizo que se alejaran del todo. Vivimos experiencias reconfortantes durante las conferencias y, al finalizar, ochenta personas renovaron sus votos de fidelidad con Dios y fueron restauradas a la feligresía.
Una de las imágenes más tiernas de la Biblia es la de Jesús como el buen Pastor, que busca a las ovejas perdidas y las trae de vuelta al redil (ver Lucas 15: 1-7). Como resultado, «hay alegría en el cielo» cuando una persona vuelve al redil. Si tú y yo estamos hoy en los brazos de Cristo es porque él nos rescató.
Hoy, @Dios te dice: «Quiero que tú seas mi instrumento para traer algunas ovejas descarriadas a mis brazos nuevamente». ¿Seremos colaboradores con Dios en la misión de rescatar a los perdidos?