Sábado 27 de Noviembre de 2021 | Matutina para Adolescentes | Cataclismos y silencio

Sábado 27 de Noviembre de 2021 | Matutina para Adolescentes | Cataclismos y silencio

Cataclismos y silencio

“Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré, y hubo un gran terremoto. El sol se volvió negro, como ropa de luto; toda la luna se volvió roja, como la sangre, y las estrellas cayeron del cielo a la tierra, como caen los higos verdes de la higuera cuando esta es sacudida por un fuerte viento. El cielo desapareció como un papel que se enrolla, y todas las montañas y las islas fueron removidas de su lugar” (Apoc. 6:12-14).

En el momento en que el Cordero rompe el sexto sello del rollo, se desatan todas las fuerzas reprimidas de la tierra y de los cielos. Nuestro mundo tiembla. El sol se pone negro y la luna, roja como la sangre. Las estrellas caen, el cielo retrocede o se enrolla como un pergamino y cada montaña e isla es arrancada de su lugar.

Es la fuerza devastadora de la segunda venida de Jesús.

Al igual que lo hizo Jesús en Mateo 24, Apocalipsis 6 toma prestada la expresión “Día del Señor” que aparece en el Antiguo Testamento (ver Joel 2 e Isaías 13) para describir el asombroso acontecimiento. Las palabras “como” y “semejante” denotan que no son descripciones simbólicas, sino que se trata de acontecimientos reales.

A medida que el mundo se desmorona, los incrédulos retroceden horrorizados. Sintiendo una enorme necesidad de protegerse de la gloria de Dios, gritan: “¿Quién podrá resistir?” Sus palabras hacen eco de la pregunta del profeta Malaquías: “¿Quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos” (Mal. 3:2). La gloria manifiesta de Dios destruirá a los impíos, pero purificará a los salvos.

La siguiente escena presenta a Dios sellando a su pueblo, “una gran multitud de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos […] y eran tantos que nadie podía contarlos” (Apoc. 7:9). Este es un acontecimiento previo a la segunda venida de Jesús. Su pueblo lo reconoce como Creador, y el sello certifica que le pertenecen. Han soportado las aflicciones y las luchas que el mundo les ha presentado y por fe han salido triunfantes. Un ángel declara que la batalla de los últimos tiempos no comenzará hasta que el pueblo de Dios esté resguardado. Es la garantía de que estarán protegidos de los terribles acontecimientos finales. Cuando se abre el séptimo sello, Juan informa que el cielo permanece en silencio durante media hora. Es un tiempo de calma después de la tormenta.

En el libro del Apocalipsis, los siete sellos son seguidos por siete trompetas, que representan acontecimientos fundamentales de la historia cristiana.

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