¡Puedes confiar!
“Si alguno de ustedes está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas” (Santiago 5:13).
Cuando estás triste por algo, ¿a dónde vas en busca de ayuda? ¿Con quién te desahogas? ¿Con tus amigos? ¿Con tus padres? Antes de ir a cualquier parte o hablar con alguien, ve a Dios y habla con él.
Y ¿qué pasa con las guerras que están sucediendo en este momento? ¿Y el hambre en el mundo? ¿Y el desequilibrio medioambiental? ¿No está Dios demasiado ocupado con estas cosas? Tal vez no quieras buscar a Dios y molestarlo, porque crees que tus problemas son demasiado pequeños frente a estos problemas que asolan el planeta. Tienes que saber algo: ¡el poder de Dios es infinito!
Nos hacemos una lista de prioridades en nuestra vida, porque no podemos lograr hacer todo al mismo tiempo. Pero Dios puede hacer lo que quiera al mismo tiempo, incluso prestar atención a las dificultades que tienes. Y, aún mejor, quiere ayudarte a resolverlas.
Trata de hacer una lista de tus problemas y preséntala a Dios. Ora por ellos en los próximos días, a una hora determinada, con el corazón abierto y lleno de confianza. Hay tres posibilidades: Dios responderá “sí”, responderá “no” o calmará tu corazón sobre este asunto. ¡Puedes confiar!