Juego de fútbol del millón de dólares
“No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece […] Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo” (1 Juan 2:15, 16, NTV).
Cuando la gente piensa en hacerse rica, suele decir que quiere ser millonaria. En realidad, un millón de dólares ya no es tanto. El salario medio anual hoy en Estados Unidos es de poco más de 47.000 dólares. Es decir, si ganas un salario medio, en 21 años habrás ganado un millón de dólares. Por supuesto, para ser millonario, tendrías que ahorrar todo ese dinero, pero creo que se entiende la idea.
El 31 de diciembre de 1961, tuvo lugar un partido de fútbol americano de un millón de dólares entre los Packers de Green Bay y los Giants de New York. Fue el comienzo de una nueva era para el deporte y el fútbol americano. El salario medio de un jugador profesional en 1959 había sido de 9.500 dólares; pero ahora, en 1961, era de 27.500 dólares [unos 235.000 dólares de hoy]. Y el equipo medio tenía un presupuesto anual de 332.000 dólares [unos 2,8 millones actuales]. Sin embargo, eso está muy lejos de los salarios y presupuestos de los equipos de hoy. En 2019, el jugador de fútbol profesional medio ganaba cerca de dos millones de dólares, y el equipo medio valía 2.860 millones. Eso hace que el valor combinado de los 32 equipos de la NFL [Liga Nacional de Fútbol] supere los 90.000 millones de dólares. La NFL es, por lejos, la liga deportiva más rica del mundo. Hoy en día, genera más de 18.000 millones de dólares anuales. Un nuevo acuerdo de ocho años con NBC, CBS, Fox y ESPN pagará a la NFL casi 40.000 millones.
¿No se acabará nunca? Los precios de las entradas han subido. Las empresas que quieren emitir sus anuncios durante la Super Bowl tienen que pagar 5,25 millones de dólares por 30 segundos, lo que equivale a 175.000 dólares por segundo. Y eso es solo el fútbol americano. ¿Qué pasa con los demás deportes profesionales, como el baloncesto, el béisbol y el hockey? ¿Y con los equipos universitarios? Muchos entrenadores universitarios ganan ahora tanto como los entrenadores profesionales. Y los ingresos por derechos de televisación de los partidos universitarios aportan cantidades increíbles de dinero a los equipos.
Jesús nos pide que evitemos las cosas que nos alejan del Padre: el amor al dinero, la obsesión por los deportes, el alcohol, las drogas, los amigos que son una mala influencia, y las películas y la música que glorifican a Satanás. Cualquiera de estas cosas puede alejarnos del cielo. Pidamos ayuda al Señor y busquemos evitarlas. Después de todo, ninguna de ellas vale el precio de nuestra corona celestial.