¿Qué puedo hacer el sábado?
“Respeta el sábado […]. Considera este día como día de alegría, como día santo del Señor y digno de honor; hónralo no dedicándote a tus asuntos, ni buscando tus intereses y haciendo negocios” (Isaías 58:13).
Marca la respuesta correcta
- Hacer las tareas y ser feliz.
- Adorar a Dios, ser feliz y hacer el bien.
- Ir a la escuela y hacer el bien.
¿Qué te gusta hacer el sábado? ¿Hay algo que te gusta y que los mayores no te dejan hacer el sábado? ¿Crees que es algo adecuado o no?
¿Qué pensaría Jesús sobre ello? ¿Crees que él lo haría?
Para Jesús el sábado era un día muy especial. Jesús les enseñó a sus discípulos que este es un día para adorar a Dios, disfrutar y ser felices.
Pero, en los tiempos de Jesús, había unos maestros de la ley que establecían muchas reglas para el sábado y que obligaban a todo el mundo a obedecerlas tal y como ellos creían que debían obedecerse. Estas personas se dedicaban a vigilar y controlar a los demás, incluidos Jesús y sus discípulos. Siempre trataban de regañar a los demás y acusarlos ante las autoridades. ¿Crees que lo que hacían está bien?
Hay muchas personas que hacen lo mismo que estos maestros de la ley. ¿Pero sabes qué hizo Jesús? Jesús les enseñó que el sábado no es más importante que las personas. Jesús es el Señor del sábado, pues él mismo fue el Creador de ese día y su propósito no es que sea una carga para nosotros, sino una bendición.
Jesús nos enseña en la Biblia cuál es el verdadero propósito del sábado: que descansemos de los trabajos y de los estudios de cada día para tener tiempo para estar cerca de Dios y adorarlo. Es un día para disfrutar y hacer el bien a los demás.
Dios te ama mucho y quiere que apartes el sábado para acordarte de él, pero que te sientas feliz con todo lo que hagas ese día. Recuerda hacer lo mismo que Jesús hacía: pasear por la naturaleza, leer la Biblia, ir a la iglesia, disfrutar con tus amigos y tu familia, y ayudar a los demás. Si haces lo mismo que hacía Jesús nunca tendrás que preguntarte si lo que haces es adecuado o no.
¿Qué vas a hacer el próximo sábado? Escríbelo en tu Diario de Oración.