Cualquier lugar
“En mi angustia clamé a ti, Señor, y tú me respondiste” (Jonás 2:2).
Intenta recordar el lugar más extraño en el que has estado. Si Jonás pudiera responder esa pregunta, seguramente dejaría boquiabiertos a todos. “Dentro del vientre de un pez”, diría. Puede ser que ya conozcas esta historia. Jonás trató de escapar del llamado de Dios de ir a Nínive y se escondió en la bodega de un barco. Durante el viaje, estalló una fuerte tormenta y los marineros arrojaron a Jonás por la borda, porque lo creyeron responSable.
¿Qué pasó después? Dios envió un gran pez para que tragara a Jonás, y él se quedó allí unos días. En el vientre del animal, Jonás oró. En respuesta, Dios ordenó al pez que lo escupiera en una playa. Entonces, Jonás pudo seguir su camino y predicar el evangelio en Nínive. Esta historia nos recuerda que no importa dónde o cómo estemos, Dios escucha nuestra oración. Incluso si es solo un pensamiento, él tiene el poder de responder lo que le pedimos. Y si pudo dominar a un pez grande, seguramente puede hacer lo que parece imposible para responderte a ti.