Dios nunca falla
“Yo estaré contigo así como estuve con Moisés, sin dejarte ni abandonarte jamás” (Josué 1:5).
¿Cuántas personas estudian en tu clase? En la vida, hacemos muchos amigos, pero solo unos pocos son nuestros mejores amigos. Las encuestas indican que cada persona tiene un promedio de ocho amigos. ¿Cuáles son tus ocho mejores amigos actualmente? A medida que creces, este grupo cambia. Algunos se van, otros entran…
¿Alguna vez te ha fallado un amigo? Probablemente, sí. ¡Y es posible que también le hayas hecho lo mismo a otra persona! Incluso los padres, que aman mucho a sus hijos, pueden hacer algo que parece un abandono.
El único que nunca nos deja ni nos abandona es Dios. Si alguna vez piensas que las dificultades de la vida son culpa tuya, te equivocas. Recuerda que quien se preocupa más por ti es tu Padre. ¿Tienes alguna dificultad física? Dios lo sabe, y se interesa. ¿Tus calificaciones no son tan altas como te gustaría? Esto también le interesa a Dios. Tal vez no tengas los talentos musicales o deportivos que te gustaría, tal vez no te veas exactamente como te gustaría. Y tal vez pienses: “No sirve de nada; ¡la situación no es favorable!” En todas estas situaciones, Dios no te abandona.
En el primer capítulo del libro de Josué, Dios hizo algunas promesas. Entre otras cosas, prometió que nunca dejaría a su siervo. Josué enfrentó muchas batallas y condujo a los israelitas a la Tierra Prometida, y Dios siempre estuvo con él. Dios también está contigo en cada momento de tu vida. Él nunca te ha abandonado y promete que nunca lo hará.
El Señor siempre cumple las promesas que hace. Incluso si no puedes estar siempre cerca de amigos o familiares, ¡trata de ser fiel, de honrar tus compromisos y de actuar con otros como Dios actuó contigo!